Epílogo.

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Tres meses.

“¡¿Que?!” Un bramido de ira salió de los labios de Sashel. “Maldición” gruñó tocando su pecho, sus lágrimas bajan de forma involuntaria.

“El comunicado ha llegado esta mañana, lo han aceptado por lo que ya está hecho.”

“No, no puede ser. Debieron consultarme primero ¿Dónde diablos está Taehyung? “ Sashel gruño desesperado, su cabello se encontraba revuelto y su traje algo desaliñado, desde el nombramiento de Taehyung, Sashel poco a poco estaba perdiendo su paciencia.

“Sashel…” La voz suave de su alfa lo llamó y no dudo en correr a sus brazos, pese a que esas muestra de afecto jamás las hacía en público el omega estaba teniendo un ataque de pánico por lo que su lobo estaba buscando apoyo en su alfa. “Déjalo, no puedes hacer nada al respecto” dice abrazándolo fuerte evitando que se lastimara a sí mismo.

“Si puedo, lo haré…” replicó temblando sobre el duro pecho de su esposo.

“No, no lo harás. Ha sido suficiente” dice en tono severo tomándolo de las mejillas. “Ya hiciste tu tarea, nos vamos a vivir a Daegu”

“Seok-” Sashel murmura. “No, yo-”

“Ya no es tu responsabilidad.” Se separó de él. “Tienes tres opciones y sólo puedes escoger una. Te quedas aquí como consejero del Zar, viviremos juntos en Daegu o puedes estar por tu cuenta.”

“¿Por mi cuenta?” preguntó sonando herido, su rostro se contorsionaba de dolor y la marca le escoció.

Seokmin se apoya en su bastón. “Así como lo escuchaste, hay un tratamiento para  Seokjin y no dudaré en ir con él para ayudarlo.”

“Pero yo soy tu omega” susurra con ojos lastimeros.

“Él es mi hijo, ya he intervenido mucho en la vida de mis hijos hasta el punto de lastimarlos… Si sigo haciéndolo me quedaré solo.”

“¡Me tienes a mi! ¿Acaso que soy para ti?” cuestiona tocándose el pecho, siente una gran presión y su marca ardía.

Seokmin se acerca y toma las manos pálidas del otro besandolas con cariño. “Mi omega, el amor de mi vida, el padre de mi hijo y mi esposo, eso y más pero ya no puedo seguir sacrificándome por tí y si nos tenemos que separar…” dice con seriedad. “Pues que así sea.” Concluyó dejándolo solo en la habitación.

La manos del omega mayor se enrosco en la lámpara mas cercana lanzándola hacía la puerta, luego unos adornos y todo lo que se consiguió en su camino destrozando todo a su paso.

El reporte aún estaba en su mesa. “El Zar está en un estado de descanso por los siguientes dos años, en su lugar ha nombrado como sucesor a su hermano menor quien seguirá con el legado de los Mikhailov trayendo gloria al imperio, después de rigurosas pruebas el omega menor aprobó con éxito ganándose su lugar.”

Afuera de su ventana el viento corría con rapidez azotando los cristales mientras las turbinas del jet privado se elevaban al cielo, Taehyung estaba yéndose después de haber hecho sus arreglos. Sashel miró el jet y no pudo evitar maldecirse a sí mismo porque había criado a un genio del mal incomprendido.

Eso era él, villano y héroe de su propia historia porque después de todo la clase de mal que Taehyung hacía no podía considerarse como psicótica, era real y pura solo para cuidar de su familia e intereses después de todo no era tan diferente a él mismo.

No, Taehyung era un maldito genio. Mejor, tenía sangre fría y despiadada pero a su vez un instinto de protección tan arraigado que cortaría montañas de un tajo solo para lograr sus objetivos, no había que subestimar jamás.
Todos aprenderían a nunca interponerse en el camino de Dimitry Mikhailov, Jeon Miso o Kim Taehyung. Todos siendo uno y uno siendo todos.


JIAN-Kooktae-SSSS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora