Capitulo 10: Conversaciones serias

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              Sintió como la madera de las escaleras crujía con el paso de su padre. Maldición, maldición, maldición! Se repetía a si misma. Se supone que no llegarían ese día, al menos no que ella supiera... ¿cuantas horas habían pasado? No sabia, pero algo debía hacer con su invitado.

              - Necesito que te transformes Adiel - le dijo mientras lo agitaba con desesperación - ¡y lo necesito ahora!

               - Aly, - la miró pausadamente - no puedo hacerlo así como así, necesito mas tiempo para hacerlo. -respondió tranquilamente - Además, - sonrió con esa característica picardía -ni que estuviéramos haciendo algo malo, ¿o si?

                 Sonrojó a la vez que lo soltaba. La morena no tenía tiempo de discutir, mucho menos de pelear con el muchacho, pues la puerta de su cuarto ya había sido tocada un par se veces por su padre y por la insistencia con la que lo hacía, Alissa se imaginó que no se iría así sin mas.

              Como pudo tomó al muchacho del brazo y lo metió en la tina de su baño y abrió la regadera, pero era demasiado tarde; su padre ya estaba dentro de la habitación.

              - ¡Alissa! - gritó enojado mientras tocaba la puerta del baño que apenas ella pudo cerrar - ¡por todos los cielos!, ¿por que no respondes? - preguntó al borde de la ira, Alissa temió por un instante que la puerta se partiera en mil pedazos por culpa de su padre - ¡Voy a pasar!

              - ¡¿Pero que diablos?! - gritó la chica en ropa interior a la vez que se cubría con sus manos, dio gracias a Dios por haber podido despojarse a tiempo de su ropa - ¡¿Papá, es que no sabes que la gente abre la regadera para bañarse?! -exclamó con furia

              El hombre no prestó especial atención a las palabras de su hija y de inmediato comenzó a mirar a su alrededor con un deje de sospecha. Había un aroma extraño en el aire que al lobo le causaba inquietud y eso no lo pasaría por alto.

              - Con quien estas Alissa - afirmo en vez de preguntar mientras olfateaba de nuevo el aire del baño - No creas que soy idiota,  dímelo antes de que me de cuenta yo solo. 

              - Estoy sola padre, ¿con quien mas crees que estoy?....- aunque respondió lo mas firme y convincente posible, por dentro estaba hecha un mar de nervios; no era nada fácil burlar a su padre, mucho menos en sus narices - ¿que insinúas? - achinó sus ojos - Mira, ¿como crees que metería a alguien aquí? ¡si todo Beatnis esta sepultado bajo la maldita nieve!, - apeló al lado lógico de su padre - ¿fue Violet verdad? Esa niña esta tratando de inculparme de nuevo por algo que no hice, ¡y tu le crees! - el padre de la muchacha le veía con evidente sorpresa, él ni si quiera había dicho una palabra - ¿Eso es lo primero que haces cuando llegas? ¡¿regañarme?!.... no puedo creerlo.... y lo haces justo después de que te llamase para saber de ti.... eres un insensible padre... - fingió llorar, sabía que era vergonzoso para ella, aún mas habiendo una persona mas escondida tras las cortinas de su baño, pero era la única manera de zafarse de esta - déjame sola padre, no quiero hablar mas contigo - el hombre aun estaba en shock, no encontraba palabras que decir y si así lo fuera su hija no se lo permitiría - ¡QUE ME DEJES SOLA!

              Garret salio del baño como alma que lleva el diablo dejándola finalmente sola con la sorpresa impresa en su rostro. Bajó las escaleras y encaró a su esposa.

              - ¿Paso algo? - preguntó - ¿viste un fantasma?

              - No - articuló dudoso - pero creo que rompí a nuestra hija.

              Ella le miró con ternura. Algo debió haber pasado y su hija mayor era la responsable.

              - Cariño, creo que Aly te rompió a ti - dijo mientras reía y le daba unas palmaditas de consuelo en la espalda. Mas tarde hablaría con ella.

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