Capitulo 4: Un amigo de cuatro patas

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                Alissa se despertó pesadamente y se restregó sus ojos para poder ver mejor, ¿oscuridad? Se pregunto la morena, ¿Cuánto tiempo había estado durmiendo?, Dirigió su mirada a la pantalla de su celular, eran las 8 de la noche. Genial. Ahora no dormiría nada en lo que quedaba.

                Se levanto pesadamente de su cama y se dirigió al baño con el objetivo de darse una ducha tibia.

                Luego de salir se vistió y vio que en suelo se encontraba la taza vacía donde ella había puesto la leche de su salvador felino. Miró al alrededor y no lo encontró.

- Menudo interesado resulto ser – dijo en voz alta mientras buscaba la ropa que se colocaría.

                Se vistió y se dispuso a revisar si tenía alguna tarea pendiente para la semana y tras revisar cada uno de sus apuntes, se dio cuenta de que no tenía alguna labor pendiente.

                Alistó su bolso para el día siguiente y se dispuso a acostarse nuevamente y revisar su celular. Para su sorpresa, el mensaje que le había mandado su hermana aún se encontraba allí. Lo pensó varias veces antes de borrarlo, pero finalmente ella decidió leerlo. De vez en cuando ella escribía algunas cosas que no trataba solo de burlarse de ella.

                "Alissa, se que probablemente quieras borrar este mensaje, pero sé que tu curiosidad no te lo va a permitir.

                Mi madre me dijo que te avisara que volverán dentro de cuatro días, que no hay casi comida en el refrigerador y que mañana después de clases compres en el mercado, el dinero está sobre la mesa de su cuarto.

                Ah y en cuanto a mí, no te preocupes querida. Yo estoy en estos momentos dirigiéndome a Sactorum, ¿No es genial? ¡Tu hermanita hará el pacto mientras tu estas en clases! No me extrañes mucho querida Aly, volveré cuanto antes porque se que mi presencia te hace falta.

XOXO, Vi."

                Alissa se contuvo de romper su teléfono en pedazos e inmediatamente borró el mensaje. ¿Por qué su hermana tenía que ser tan odiosa? De no ser porque era de su familia la habría botado de su casa sin pensarlo dos veces.

                Se tapo el rostro con una almohada y, para su sorpresa, aquel felino había entrado a su habitación y se había acomodado en su pecho. Alissa se sobresalto ante la caricia del animal, pero no lo bajo de su cuerpo. De cierta manera se sentía reconfortada ante el calor de su compañero.

- Bueno – Le hablo con dulzura – por lo menos me haces compañía.

                Alissa lo acariciaba lentamente mientras que escuchaba música en su laptop. Se sentía muy relajada en ese momento, como si nadie más que ella existiese.

                Estaba a punto de quedarse dormida cuando unos extraños movimientos de su felino amigo la alertaron. Él estaba visiblemente nervioso y alerta. Alissa se levanto de la cama rudamente y prendió la luz y se dio cuenta de que el animal se había quedado totalmente quieto, mirando a la ventana con insistencia.

                Alissa camino con cautela hacia la puerta corrediza que daba hacia las afueras de su habitación. Respiró con lentitud y la abrió. Examino el entorno que rodeaba su hogar pausadamente, y para su horror se dio cuenta de que Leam se encontraba observándola fijamente en la lejanía. El terror nuevamente la invadió.

                Se volteo, cerró la puerta corrediza y corrió las cortinas en un intento fallido de olvidar lo que acababa de ver. Tomó su bolso y saco el cuaderno que ocupaba para hechicería, pero solo encontró lo básico, se golpeo mentalmente, justo ese día Kasy le había pedido el libro para tomar nota de un par de cosas.

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