𝖽𝗈𝗌. 𝙗𝙧𝙪𝙟𝙖

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-Ok, de nuevo. ¿Por qué no podías revelar esto antes?-Parker alzó una de sus cejas-.
-Toda mi vida tuve poderes, sin embargo empezó con la manifestación de sueños anticipándome a sucesos, pero a medida del tiempo crecían, y no fue hasta mis 18 que obtuve este color verde con mi magia, aún no entiendo porqué. Poco a poco aprendo a manejarlo, aún hay muchas cosas que no sé. ¡Por ejemplo!, una vez me asusté y apagué la luz del barrio.
-¿Qué te asustó tanto?
- Oh, nada relevante, fue un sueño... el que no pude ver el final.

El castaño perdió el interés en esa anécdota con tal respuesta.

(Grave error)

-¿Hay algo que puedas lograr a la perfección con tus poderes?-agarró mis manos para poder acercarlas más ante sus ojos-.
-Aunque las mires así no podrás adivinar todo lo que pueden hacer.
-Uy, ¿qué pueden hacer?-me dedico una mirada de picardía en juego-.
-¡Peter, cómportate!-lancé una de sus almohadas a su rostro-. Algo que logro muy bien es mover los objetos, tanto con un movimiento de mis manos, pero todo en realidad está en mi cabeza. No sé muy bien aún porqué aparece un color verde, pero me queda lindo.

Parker comenzó a reírse, y en pocos minutos su cara portaba un leve carmesí a causa de su tentación. También reía a carcajadas, cuando él es feliz, yo también.
N

uevamente estabámos como antes, sin privaciones, y sin secretos, bueno..., no tantos secretos.

-Bueno, basta de risas. Tengo hamb-.

Mi amigo interrumpió mis palabras con un leve gesto de su mano derecha. Noté como su vello corporal se erizaba, y sus púpilas se dilataban, era la clara señal de que estaba percibiendo un peligro.

-El deber llama, Kya.
-¡P-pero, tengo hambre!, ugh, bien, pero tendrás que dejarme ayudarte.
-No, no puedo permitirte eso. Te traeré toda la comida que quieras, pero no podrás ir.

Crucé mis brazos observándolo de arriba a abajo. Moví rápidamente mis manos, creando una imitación de sus telerañas, una horrible, pero me dió el suficiente tiempo para escabullirme por la ventana.

-¡Kya!, que sepa de tus poderes no implica que puedas usarlos conmigo.-exclamó Spiderman desde uno de los edificios de atrás del cual se ayudaba para columpiar sobre su telaraña-.

ANOMALIA | PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora