𝘰𝘤𝘩𝘰. 𝙨𝙪𝙣𝙛𝙡𝙤𝙬𝙚𝙧

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Pasaron varias semanas desde la pelea con el duende verde, y aunque ambos vivíamos bastante cerca del uno, nos evitabámos a toda costa, o al menos nos tratamos de engañar, pues ninguno dejaba de observar al otro desde las sombras, en especial cuando algún problema ocurría en la ciudad.
La prensa no paraba de preguntar por nosotros, qué había pasado, ¿por qué no peleamos juntos ya?, y la verdad era que si estabámos peleando, pero no del mismo sentido que ellos buscaban fotografiar.

Hubiera sido todo más sencillo si le decías la verdad.
Lamentablemente, no lo hice.

Hace días que no paro de pensar como disculparme con él, pero, no era lo único que debía hacer... Lo amo.

*Notificación de: @normalboy23

- Acaba de subir una historia después de mucho tiempo. -

Abrí rápidamente esa historia.

Me ericé, pude distinguir rápidamente donde estaba; el lugar donde nos poníamos a pensar, y desahogarnos

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Me ericé, pude distinguir rápidamente donde estaba; el lugar donde nos poníamos a pensar, y desahogarnos. Sí, teníamos un lugar así, pero desde la pelea no me atreví a pasar por allí por miedo a encontrarlo. Pero... ¿esto?, ¿es una señal que debo seguir?

*Notificación de: @normalboy23

- Acaba de subir una foto después de mucho tiempo. -

“I don't wanna make you feel bad but i've trying hard not talk to you

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“I don't wanna make you feel bad but i've trying hard not talk to you. Sunflower.”

Mis pensamientos viajaban rápido, miles de ideas pasaban por mi cabeza, pero todas terminaban en: “este chico me enloquece”. Utilicé mi magia para transportarme hasta nuestro lugar maravilloso, y aparecí detrás de él, quien justamente estaba de espaldas apreciando los girasoles.

Carraspeé.— Peter... —

El castaño continuaba viendo los girasoles, hasta que se dio vuelta con su agileza lanzando una telaraña la cual utilizó para acercarme a él.

—No me voy a permitir perderte por nada en este mundo, lucecita. —sus ojos estabas apreciaban con deseo mis labios.— No hiciste nada malo, pero... no sabía como mostrarme ante ti, después de ser tan idiota y no pensar en como me mirabas, en como te dolía que a cada rato hable de G-

Lo detuve.

—Puedes desahogarte todo lo que quieras, Peter. Jamás criticaré tu dolor, porque entiendo lo que ella significa para ti, siempre estará aquí.—mi mano presionó en la zona de su corazón.—
—Te amo tanto, Kya.—no dejó espacio a mi respuesta, que sus labios se comprimieron con los míos.—

Era un suave desliz, como si nuestros belfos estuvieran bailando vals. Sus manos aprisionaban mi cadera, dejaban claro la necesidad de eso beso, y que la distancia que mantuvimos estas semanas, nos torturaron a ambos, ya que mis brazos, sin darme cuenta ya estaba sobre sus hombros rodeando su cuello.

—Mi spider-boy.
—Lucecita.

ANOMALIA | PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora