Lecciones de Practica

Capítulo 6: Control

Era temprano en la mañana y las nubes en lo alto se oscurecían por minutos, el barco estaba a menos de un día de las Grandes Puertas de Azulon, pero con el clima empeorando, Aang no estaba seguro de cuánto tiempo tardaría en llegar.

La mayoría de las personas que habían estado en otras partes del barco corrieron cuando sonó la alarma, el capitán les aseguraría a todos que todo estaba y seguiría bien, sólo deseaba informarles que encontrarían con olas turbulentas, recomendándoles permanecer en sus habitaciones hasta que pasara lo peor de la tormenta, luego, el capitán advirtió a la tripulación que tomaran sus posiciones, mientras que Sokka ayudó a Aang a asegurar a Appa y Momo debajo de la cubierta en el área de almacenamiento cuando la lluvia comenzó a caer, suavemente al principio, pero rápidamente se puso feo y todos se empaparon rápidamente.

Desde el otro lado de la cubierta, Toph podía sentir la mirada de Aang sobre ella, pero contuvo la inquietud que sintió, no había manera de que estuviera haciendo el ridículo como lo había hecho la noche anterior, además, estaban aparentemente en lados opuestos del barco, lo cual estaba bien para ella, por alguna insondable razón que no podía comprender, Toph no quería estar cerca de Twinkles porque en realidad si quería estar cerca de él. ¡No tenía ningún apestoso sentido!

Lo que sea si no había razón para que ella estuviera en cubierta, Toph regresaba a su habitación, no le gustaron especialmente empaparse hasta los huesos con la lluvia, como estaba haciendo actualmente, especialmente con las olas salpicando por todos lados, la sola idea de un barco meciéndose hizo que su estómago se revolviera por el temor anticipado y se movió entre la multitud con pasos rápidos y seguros esperando llegar a su habitación lo más rápido posible.

Suki tiró el brazo de Sokka. "Volvamos a nuestra habitación, se está poniendo frío", dijo, temblando por la lluvia helada, nunca entendería cómo su esposo podía soportar ese clima, debe ser por haber crecido en el Polo Sur.

"Tienes razón," estuvo de acuerdo Sokka, teniendo problemas para apartar las duras gotas de lluvia que golpeaban su rostro. "Vamos, Aang," agregó, guiando al joven bajo la cubierta también.

El Avatar lo siguió, limpiando el agua de lluvia en la cabeza con la manga de su túnica, había querido volar en Appa al no poder hacerlo desde que abandonaron el Reino Tierra hace días, se lo perdió, volando por el cielo, el viento en su rostro, sintiendo su elemento alrededor...Fue entonces cuando el pensamiento lo golpeó, sí a él le faltaba su elemento, Toph debe sentirse miserable sin el de ella...

Los ojos grises escanearon la cubierta en busca de ella sabiendo que había estado de pie cerca del Capitán solo unos momentos antes, pero ya había desaparecido, probablemente a su habitación, quería hablar con ella, no tuvo la oportunidad de hablar de nada después de que ella salió corriendo de su habitación anoche porque nunca volvió como él pensó (esperaba) que lo hiciera.

"Ah, no te veas tan miserable", sonrió Sokka, palmeando la espalda de Aang, "encontraremos algo divertido que hacer".

"Tal vez más tarde, Sokka, voy a ver cómo está Toph".

"Buena idea", el guerrero de la Tribu Agua asintió con una sonrisa maliciosa, "Practicando un poco, ¿verdad?"

Aang tropezó con sus pies. "¿Q-qué?" tartamudeó.

"Cuidado con tus", se rió Sokka mientras el joven monje luchaba por ponerse pasos de pie. "Solo quise decir que ahora es el momento perfecto para comenzar a hacer metal control, no hay mucho más que hacer en esta nave, ¿sabes?"

"Oh, um, sí", Aang trató de jugar, "Metal control, je".

...

Toph cerró la puerta de su habitación y se apoyó contra ella, murmurando maldiciones por lo bajo. Todavía estaba furiosa consigo mismo por su comportamiento la noche anterior con Aang. Apenas dormía porque estaba tan enfadada. A pesar de que pies ligeros a veces no tenía ni idea y probablemente no esperaba mucho en sus acciones, sabia mejor la peor parte era que Toph había hecho algo que se negaba a hacer desde que tenía doce años, se escapó.