Lecciones de Practica

Capítulo 23: Mascaradas.

(Traduccion pór Maria, si hay errores una disculpa)

Juntos, el Avatar y el Embajador de la Tribu Agua en el Reino Tierra entraron al gran salón de baile, máscaras en mano, ambos vestían atuendos de la Nación del Fuego, al igual que todos los invitados presentes. Sus máscaras eran de color negro sólido con diferentes diseños rojos y dorados cosidos.

"¡Vaya, todo se ve genial!"

Intrincados arreglos de velas colgaban de cada pared. Tres fuentes fluían libremente desde tres rincones diferentes de la habitación.

Una energía emocionada y nerviosa llenó al maestro aire. Incluso después de haber sido invitado y asistir a varios eventos similares, Aang no estaba acostumbrado a la extravagancia, en su mente, todavía se veía a sí mismo como el mismo monje simple que creció en el Templo Aire del Sur y salió de ese iceberg hace casi cinco años, aunque muchos de sus amigos componían la realeza de otras naciones, no estaba seguro de que alguna vez se acostumbraría.

A medida que avanzaban hacia el interior, la música comenzó a sonar, ahogando la suave charla, mientras Aang y Sokka buscaban en el área, este último se quejó de la ausencia de una cena formal.

"¿Cómo vamos a llenarnos solo con aperitivos?" preguntó incrédulo. "¿De quién fue esa brillante idea?"

"Mía."

Ambos hombres giraron en su lugar para ver a una mujer alta con un elegante vestido rojo oscuro y negro de pie detrás de ellos, su máscara ocultaba la mitad superior de su rostro y ninguno de los dos la reconoció del todo, aunque la voz le había resultado muy familiar.

Suspirando, levantó su máscara lo suficiente para que tanto Aang como Sokka se dieran cuenta de quién era.

"¡Hola, Mai!" dijo el Avatar, su sonrisa genuina.

"Se supone que deben usar sus máscaras", les informó. "Lo que dificultaría comer una comida completa, por lo tanto, los aperitivos".

La risa forzada de Sokka no era tan obvia como alguna vez hubiera sido. "¡Manera de pensar en el futuro!" dijo, dándole un pulgar hacia arriba.

Cruzando los brazos bajo las mangas, apenas contuvo el impulso de poner los ojos en blanco. "Disfruta de tu noche", respondió secamente antes de irse y perderse entre la multitud una vez más.

"Probablemente deberíamos ponernos esto, ¿eh?"

El otro hombre estuvo de acuerdo, poniéndose la máscara también. Tan pronto como lo hicieron, más personas comenzaron a llegar, en minutos, el salón de baile estaba prácticamente lleno, un mar de negro, rojo y dorado en todas direcciones, meseros vestidos con túnicas rojas brillantes llegaron con grandes bandejas de plata, el olor a comida por todas partes. Cuando Aang se giró para hacerle una pregunta a Sokka, el guerrero de la Tribu Agua ya se estaba alejando.

"¡Creo que es Suki!" llamó por encima del hombro. "Vuelvo enseguida".

Aang perdió de vista a su amigo más rápido de lo que esperaba, pero estaba bastante lleno, por lo que no es de extrañar, con las manos cruzadas a la espalda, el Avatar se alejó, mirando las bandejas de plata que llevaban, la comida se veía y olía atractiva y, para empezar, eligió algunas piezas de fruta del tamaño de un bocado, cuando vio al Señor del Fuego, se acercó, con la esperanza de sorprender a su antiguo sifu.

"Aang".

"¿Q-? ¿Cómo supiste que era yo?"

Detrás de su máscara, Zuko sonrió.

"Tu cabeza calva te delata".

"Vaya."

Eso no fue justo, todo el mundo sería capaz de detectarlo con bastante facilidad, pero apenas podía decir quién era alguien, solo reconoció a Zuko por su moño y su tocado dorado, pero supuso que todos deberían estar al tanto del Señor del Fuego, el monje, sin embargo, no quería sobresalir, tenía la esperanza de poder mezclarse con todos los demás...