𝓤𝓷 𝓪𝓶𝓲𝓰𝓸 𝓶𝓪́𝓼

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Desde el día que acepté que Henry me conociese más venía un día si y otro también, llegaba a un punto que ya era muy pesado el que viniese todo el tiempo y que no parase que coquetearme, a si que me decidí a contárselo.

- Henry, entiendo que intentes conquistarme y sé que no pararás, a si que me veo en la obligación decírtelo, si tengo un amante -

Sonrió - Me lo imaginaba, pero no te preocupes. Es Lyonel, ¿cierto? -

- Si, pero no cuentes nada por favor -

- Tu secreto está a salvo. También quería decirte que venía todos los días porque no tengo a nadie, ni amigos y tú eres lo más cercano a ser una amiga, ya no era para casarme contigo -

Sonreí con lástima - Podemos ser amigos -

Me sonrió - Gracias -

Noté la presencia de alguien detrás de nosotros, cuando Henry se giró pude ver su cara de horror - Papá, ¿qué haces aquí? -

- ¿Qué te dije de estar con brujas? - se le notaba molesto

- Papá, te dije que no son malas, no todas... - solo con las actitudes que tenía con su padre sabía que con el único que no podría pelear sería con él

- Hola, no solo soy una bruja, soy la reina de estas tierras - dije con superioridad - Si tiene algún problema conmigo y con mi gente le ofrezco con amabilidad que no venga por aquí, no queremos conflictos - sonreí

- Lacra, eso es lo que eres, y sois - me miró con desprecio - Vamos Henry -

Henry me miró y luego al suelo - No - susurró

El padre se giró - ¿Qué has dicho? -

- ¡No iré a ninguna parte contigo! -

Le miré con orgullo - Ya escuchó a su hijo - volví a sonreír con superioridad

- Henry hijo, ¿no te das cuenta que te esta manipulando con su magia? -

Vi en la mirada de Henry mucha ira - No es ella papá, eres tú, siempre has sido tú, desde que decidiste que fuera rey tu actitud cambió y me tratas diferente, no soy tu marioneta -

- Te enseño para que seas buen rey -

- No, solo me enseñas a hacer lo que tu quieras, ¿por qué no decidiste seguir siendo tú el rey si tanto quieres que haga lo mismo que tú? -

Vi como el padre le cambió la cara y notaba su nerviosismo - Porque ya eres mayor -

- Que excusa más mala - dije - Dile la verdad a su hijo -

Henry no entendía lo que pasaba - ¿Qué verdad? -

Comencé ha hablar sin dejar de ver al padre - Tu padre dejó de ser rey porqué - cada palabra que soltaba se ponía más nervioso - tubo problemas con unas personas y para encubrirse te puso en el trono, ¿no es cierto Froilán? - volví a sonreír

- Ves hijo, te dije que no te podías fiar de las brujas y los brujos, ¡ha dicho mi nombre sin yo decírselo! -

- Señor, supe como es usted nada más escuchando como le habla a su propio hijo, y no le voy a reprochar que me metí en su cabeza, pero era obvio que le estaba escondiendo algo a su propio hijo - me acerqué a él - No es un buen padre -

- ¡Aléjese o mando unas tropas aquí para matarlos a todos! - su miedo se lo estaba comiendo

Me alejé de él - No merece la pena hablar con él - me dirigí esta vez a Henry



***


De la realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora