Ella quiere mantener su promesa, quiere estar a su lado por siempre, pero la vida continua poniéndole obstáculos y cada vez más difíciles de superar ¿Podrá cumplir con su palabra?
(No adaptar ni copiar, ya sea completa o parcialmente)
Comenzada: 03...
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Nota importante: Este capítulo está narrado desde el punto de vista de Mikey 😌
Ahora si, comencemos...
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Estaba sentado en el sofá junto a mi cama, la cual miraba fijamente durante las últimas horas, los sucesos que habían pasado ese día aún daban vuelta en mi cabeza y me preocupaban un poco
¿Mikey?- me levanté para ir hacia la puerta que habían golpeado y al abrirla me encontré con Koko- ¿Estabas ocupado?
No, pasa- me hice a un lado- habla bajo, Mina duerme
Ohh- lo vi mirar hacia la cama- se ve más tranquila
Me costó que se durmiera, no podía hacer que dejara de llorar- suspiré- Sanzu tuvo que ayudarme
¿Pastillas?- me miró preocupado
No, él no está de acuerdo con que tome ninguna pastilla, incluso cuando estuvo herida dudó si dárselas o no- negué- es bastante obstinado viniendo de alguien que vive tomándolas
Bueno, estamos hablando de Mina, él parece tener un punto débil en ella- rió
Sí, siempre fue así, desde niños- sonreí de lado- ¿Qué sucedió? ¿Qué necesitas?
Yo quería disculparme por haberla besado, no estoy seguro de que tipo de relación tienen, pero algo me dice que debo disculparme contigo- hizo una mueca- no quiero problemas, supongo que me alejaré si asi lo deseas
No tienes que hacerlo, Mina es mi novia hace dos semanas, pero nuestra relación no es normal- caminé hacia mi escritorio seguido por él y me senté en mi silla suspirando- no me gusta la idea de compartirla, pero odiaría aún más perderla- miré al albino frente a mí- estoy enamorado de ella desde que tengo memoria y siempre la puse antes que a nada- miré a la azabache que dormía profundamente- la única vez que no lo hice, fue cuando la abandoné y solo la hice sufrir, y creo que de alguna manera todos terminamos sufriendo por mi decisión
No me interpondré en su relación- negó
Koko, siéntate- señalé la silla frente a mí y me obedeció enseguida- ella te ama, me lo dijo, nos ama a ambos al igual que a Sanzu y a los Haitani, y aunque odie la idea de no tenerla solo para mí, lo acepto- me miró sorprendido- porque la amo lo suficiente como para aceptar cualquier cosa que ella me pida, ¿Qué hay de ti?
