Ella quiere mantener su promesa, quiere estar a su lado por siempre, pero la vida continua poniéndole obstáculos y cada vez más difíciles de superar ¿Podrá cumplir con su palabra?
(No adaptar ni copiar, ya sea completa o parcialmente)
Comenzada: 03...
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Nota importante: Este capítulo está narrado desde el punto de vista de Ran 😏
Ahora si, comencemos...
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El haber estado al borde de la muerte tenía un lado bueno y uno malo, lo negativo era que había preocupado a las dos personas más importantes de mi vida, me dolió como el infierno la herida y tuve que permanecer por días en reposo y semanas en tratamientos, lo positivo era que la tenía a ella nuevamente a mi lado
Las semanas luego de esa misión fueron caóticas, si bien Koko había pagado muchísimo dinero para que guardaran silencio sobre nosotros, no habíamos podido permanecer mucho tiempo en el hospital, somos delincuentes buscados, así que al día siguiente de que despertara volvimos a nuestro hogar, donde nuestro médico me revisó y me mantuvo vigilado los siguientes días junto a Mina y Rindou que no se apartaron de mi lado en ningún momento
Ran- sentí unas suaves manos recorrer el tatuaje de mi pecho
¿Qué sucede?- abrí mis ojos expulsando el humo del cigarrillo observando a Mina que estaba acostada a mi lado
¿En verdad estás feliz?- levantó su mirada, clavando sus ojos llenos de preocupación en mi- ¿Estás satisfecho con esto?
¿Esto? ¿Te refieres a nosotros?- apagué mi cigarro girando en la cama, quedando sobre ella- abre tus piernas para mí- la vi sonrojarse pero me obedeció y me coloqué entre ellas haciéndola gemir cuando nuestros cuerpos desnudos se rozaron- mírame amor, no quites los ojos de mi- se abrazó a mi cuello clavando sus ojos en mi- sigo sin querer compartirte y me dan ganas de golpear a todos los que te tocan frente a mis malditos ojos, pero te tengo conmigo, esas últimas semanas sin ti fueron una tortura, y ver a esa basura apuntarte con su arma me hizo darme cuenta que no podría vivir sin ti- tomé sus manos poniéndolas sobre su cabeza, sosteniéndolas con una de las mías mientras que con la otra comencé a acariciar su cuerpo lentamente- eres mía, mataría a todos para que solo seas mía
¡Ran!- gimió intentando mover sus brazos y se abrazó a mi cintura con sus piernas al entrar en ella
Era la verdad, a pesar de llevar casi un mes en esa extraña relación, no me acostumbraba a tener que compartirla, moría de celos al verla besar a otro o siquiera cuando la abrazaban, pero había prometido dar lo mejor de mí y eso intentaba hacer, aunque me costara
