🌹Mashiho era un chico ordinario de instituto, que era considerado para todos un beta ya que a pesar de tener sus dieciséis cumplidos no había presencia de algún aroma en su cuerpo, el vivía su vida felizmente siendo un beta más, sin ningún tipo de...
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El alfa aroma a hierbabuena caminaba por toda la cocina mientras bailaba la canción que se estaba reproduciendo desde su teléfono, ese día había despertado muy animado, por lo general siempre lo hacía pero ese día estaba más animado que los demás, ¿La razón? Después de tanto tiempo Hyunsuk había aceptado salir con el y habían acordado tener una cita solamente los dos ese día, después de habérselo pedido una infinidad de veces al fin había dicho que si. La relación entre Jihoon y Hyunsuk iba muy bien, el alfa prácticamente vivía en su casa, era muy bueno con Yohan, como si cumpliera un papel de un padre para el, el niño lo quería mucho a pesar de no ser su papá biológico, Jihoon era alguien respetuoso, atento, amable, carismático, el era una buena persona y su aura de felicidad siempre era transmitida a las personas de su alrededor. Hyunsuk había notado todas esas cualidades de Jihoon con el paso del tiempo y mientras más lo conocía, su corazón se iba abriendo cada vez más rápido hacia el alfa, realmente ahora había dejado atrás todos aquellos prejuicios que tenía acerca de los alfas, al conocer a Jihoon su visión había cambiado, ahora se daba cuenta que realmente no importaba la jerarquía, ser alfa no te consagrada ser una mala persona. Lo que realmente importaba es como en realidad es la persona y Jihoon no era el culpable de todo lo que le había tocado enfrentar en su pasado, el cual ahora quería dejar atrás. Había conocido una persona que había logrado cambiar su percepción de como era el mundo, había buenas y malas personas, pero no había nadie como Jihoon de eso estaba seguro, el lo estaba llevando a conocer lo que realmente no conocía de sí mismo, una felicidad genuina que jamás había sentido que lo hacían sentir lleno. Así que se estaba dando una oportunidad a si mismo, ahora estaba experimentando otro tipo de amor que no se comparaba en nada de lo que había sentido antes, esto era algo real, porque tenía garantizado que la otra persona también sentía lo mismo.
El alfa se deslizó por el piso de la cocina, dando un par de vueltas para después apagar el fuego de la parrilla para después servir el alimento que estaba en el sarten en dos platos, ordenó todo lo que había utilizado para posteriormente poner todo en su lugar, sabía que Mashiho se molestaría si no dejaba todo en el lugar que correspondía, según el todo tenía su lugar, cuando estuvo satisfecho con todo su trabajo, el alfa aroma a hierbabuena se dirigió hasta la habitación del pequeño departamento aún teniendo presente en su rostro una gran sonrisa que no podía borrar ni ocultar aunque quisiera, cuando estuvo afuera de la puerta blanca, la tocó suavemente, escuchando despues la ligera voz de Mashiho.
-Puedes pasar- Jihoon le dio vuelta al pomo de la puerta abriéndola para entrar a la pequeña pero muy acogedora habitación, la cual estaba impregnada del aroma de Mashiho.
-Mashi, el desayuno está listo, ¿No iras a comer?- Preguntó el alfa mayor acostándose en la cama en donde también estaba Mashiho.
-Ahora no tengo hambre- Comento el omega en voz baja mientras miraba el rostro de Jihoon, por su parte el alfa frunció su ceño confundido tras recibir la respuesta del omega, Mashiho no era del tipo de personas que prefería no comer solamente por gusto, claramente algo le estaba pasando.
