Capítulo 20

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"Tengo que apurarme..." se decía una y otra vez, caminaba rápido, casi trotando, se hizo camino entre los mercaderes que arreglaban sus cosas y los paseantes que aún quedaban, le parecieron horas pero al fin se encontraba de nuevo en el salón, desesperadamente y con poco aliento, observó de un lado a otro con franco frenesí hasta que encontró a la domadora.

Chaewon aún se encontraba en la mesa de banquetes charlando animadamente con los invitados que se habían acercado aprovechando la ausencia de la bestia; Yerim se compuso sus ropas y su desaliñado cabello y caminó hasta la cabeza de la mesa, Chaewon se dio cuenta de su presencia y le sonrió, una sonrisa que Yerim conocía a la perfección, "una sonrisa hipócrita". Se tuvo que detener un instante para recuperar el equilibrio porque un comensal en su premura por llegar a donde la domadora, casi la tira al piso. Así que irritada, se detuvo un momento.

-¡Ah reina! Ha sido una feria espectacular...

-Ya lo creo, sin duda el rey le ha heredado su sabiduría-

-Es usted el vivo retrato de la reina... Tan bella-

-Que suerte la de esa bestia...-

El oráculo escuchaba el cuchicheo entre los que rodeaban a la reina, conforme pasaban los segundos se sentía más y más enfadada.

"¿Qué carajos tiene de fantástico Chaewon? Mientras ella está aquí divirtiéndose Son está siendo raptada".

Chaewon miraba los cambios en las facciones de Yerim, y trataba de hacerse un espacio hasta ella, lo cual era imposible sin ser grosera con los demás que platicaban con ella y eso era algo que no se podía permitir. Tal vez Choi acudiría a ella después, seguro que podría esperar; así que se dejó de revolver en su asiento y enfocó de nuevo su atención en los nobles que le hacían preguntas y preguntas.

El rostro de Yerim se contorsionó "Estoy perdiendo el tiempo, ¿quién la necesita?" y se giró en sus talones para regresar al jardín.

Yerim no era la persona más fría de cabeza, era en realidad una persona muy visceral, así que su mente omitió el cómo, con qué y dónde, en la orden que su mente le mandaba.

"Tienes que salvar a Hyejoo"

Chaewon no pudo evitar ver cómo el oráculo salía del salón, había algo que la dejaba incómoda, observó que caminaba casi a tropezones y que nada más al alcanzar la puerta emprendió la carrera.

"Que poco común de Yerim"

.

.

-¡Vamos, rápido! -Ordenaba Jeongin- Sentada... Sentada-

Entre los tres compinches acomodaban a la bestia en un sillón de madera, el cual tenía amarraderas de cuero, Seungmin le aseguró las muñecas y los tobillos mientras Hyejoo observaba impotente. Le ajustaron también un cinturón que le ajustaba la cintura, en estado normal un resoplido le hubiese bastado para deshacerse de los amarres, pero justo en este momento no se encontraba en un estado normal.

Hyejoo sintió de pronto un hormigueo en la planta del pie izquierdo, tal vez faltaba poco para que su movilidad regresara.

"Un poco más" pensaba la bestia

-Listo -jadeó Minho.

-Ahora los utensilios -le ordenó el feudal sin quitar la vista de la cautiva- ¡Hey, por qué esa cara larga! -Le dijo mofándose- Pronto tendremos mucha diversión-

Seungmin apareció en su rango de visión sonriendo de manera amplia.

-Sí que tendremos diversión -reafirmó- Hay ciertos animales nocivos que deben ser sacrificados-

La Bestia Y La Domadora (Adaptación al Hyewon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora