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Robby, Daniel y Miguel.


Daniel frunció el ceño cuando vio a Robby y Miguel saliendo del departamento de Diaz.


─ Señor LaRusso ─ Robby y Miguel se pusieron nerviosos. ─ No ... no sabíamos que ya estaba aquí. ─ Dijeron al mismo tiempo.

─ Antes de venir pase por el concesionario para arreglar unos asuntos y termine antes de lo pensado. Suban. ─ Daniel no quería incomodarlos, los chicos le contarían lo que pasaba entre ellos cuando estuvieran listos.

─ ¿Qué tiene en mente señor LaRusso? ─ Miguel cerró la puerta del auto.

─ No se preocupen, les va a gustar.


...


Miguel y Robby se emocionaron al ver el lugar, Daniel los llevó a Gotcha Valley.


─ Pero somo solo 3.

─ ¿Creen que no puedo yo solo contra ustedes dos? ─ Daniel los reto.

─ Con todo respeto señor LaRusso, no creo que logre vencernos.

─ Entremos y veamos que tan cierto es eso.


El lugar estaba casi vacío por la hora, así que podía cambiarse y jugar a gusto.

Miguel y Robby eligieron el equipo de protección en color azul. Daniel eligió el rojo y le fue inevitable no pensar en Johnny.


─ ¿Listos?

─ Claro. ─ Se colocaron las caretas y salieron al campo.

─ El primero que consiga la bandera amarilla gana. ─ Explicó Daniel.

─ Ok. ─ Respondieron los adolescente. ─ Quitaron los seguros de las armas y se fueron por lugares diferentes.


Miguel y Robby se escondieron detrás de unas tablas de madera.


─ No debemos utilizar estrategias de Miyagi-Do y Colmillo de Águila. ─ Propuso Miguel.

─ El señor LaRusso sabe ambos estilos.

─ No las utilizaremos combinadas, tu usaras Colmillo de Águila y yo Miyagi-Do.

─ De esa manera lo confundiremos.

─ Eso es.

─ Eres muy inteligente amor. Si ganamos merecerás un premio. ─ Miguel sonrió y se puso en pose heroica.

─ Conseguiremos esa bandera.


...


Daniel vio a Miguel tratando de esconderse detrás de unas bolsas de arena, se acercó sigilosamente, lo tenía en la mira y estaba a punto de disparar cuando la bala de pintura impactó contra su cuerpo.


─ Ganamos. ─ Miguel y Robby se abrazaron.

─ Muy bien chicos, me engañaron. ─ Admitió Daniel. ─ Y como ustedes ganaron podrán decidir lo que vamos a comer.


...


Daniel comía su segunda hamburguesa ante la mirada sorpresiva de los jóvenes.


─ ¿Pasa algo malo?

─ No señor LaRusso, es solo que no sabíamos que le gustaba este tipo de comida grasosa y frita.

─ Siempre ha sido mi favorita ese tipo de comida, cuando recién llegamos al Valle mi mamá creo los viernes especiales de pizza o hamburguesas. ─ Recordó nostálgico. ─ Con Sam y Anthony intente hacerlo, pero con todo lo que pasó nos distanciamos más.

─ Deles tiempo, ellos estaban acostumbrados a otro ritmo de vida.

─ Y lo más importante, hágales saber que lo quiere por sobre todas las cosas.

─ También recuerde que estaremos disponibles si quiere volver a tener otro día como estos.

─ Gracias chicos, ustedes son increíbles.


Miguel y Robby se miraron con complicidad.


─ Tenemos algo que decirle. ─ Habló Miguel. ─ Es importante que lo sepa porque no queremos que existan secretos entre nosotros.

─ Pueden hablar con total confianza.

─ Miguel y yo somos novios. ─ La sonrisa de Robby enterneció a Daniel, nunca antes le había visto ese brillo en los ojos.

─ Felicidades, ustedes hacen bonita pareja. ─ Los dos se sonrojaron.

─ Mañana se lo diremos a Johnny y estamos un poco nerviosos.

─ Johnny podrá ser impulsivo y agresivo, pero con todos los estudiantes y en especial con los dos ha sido compresivo, él los quiere mucho son su hijo y su primer alumno ocupan un lugar muy especial en su corazón.

─ ¿Mi papá ocupa algún lugar en el suyo? ─ Robby pregunto esperanzado y Daniel asintió sin dudar.

─ Lo conocí a los 16 años, pensé en él por más de 30 años y ahora dirigimos un dojo juntos, claro que tengo algunos sentimientos por él.

─ ¿Ha pensado que puede tener algunos sentimientos encubiertos por el sensei? ─ Preguntó Miguel.

─ No entiendo.

─ Creo que me enamoré de Robby cuando lo vi en su casa, riendo con Sam y toda su familia, pero estaba tan molesto que no me di cuenta.

─ Tal vez yo me enamore cuando lo vi por primera vez en la playa, pero con Sam ahí creo que malinterprete lo que sentí.


La mente de Daniel fue de regreso a la noche de la playa.

Intervención (LawRusso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora