Día 2... Él

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Sonó el despertador a las cinco treinta de la mañana y él malhumorado abrió sus ojos ya que la alarma lo había sacado del sueño más hermoso el cual era:

Estaba en la parada del camión junto con ella; esa mujer sonriente, alegre, tranquila y perfecta. Ambos esperábamos camiones diferentes. Debido a la tardanza de estos me atreví a hablarle; respiré profundo, tranquilice mis manos ya que estaban frías y sudorosas me limpie mi frente con mis brazos. Dí un paso hacia ella y giro su cabeza, me miro y pronunció mi nombre. Me quedé sorprendido y mi mente se quedó en blanco ya que no podía creer que ella supiera mi nombre. Abrió sus labios y pronunció unas palabras que me sorprendieron aún más.
-Hola, eres un chico muy guapo y debo admitir que me gustas mucho. ¿Te gustaría andar conmigo?
Me emocioné y justo cuando iba a responder ella se subió al camión.

"Estúpido despertador."
Pensó. Se levantó de la cama con rabia pero se dio cuenta de que sería un buen día para poder conocer a aquella chica. Así que sonrio como nunca lo había hecho, con esa sonrisa perfecta y hermosa que desde ese día apareció en su rostro, sus ojos cafés opaco se volvieron brillantes y grandes. Era un niño diferente y se sentía así.
En ese momento se dio cuenta de que su vida ahora había cobrado un sentido, quería luchar por tener el corazón de aquella niña. Ya no vivía solamente por obligación, vivía para ser feliz y hacer feliz a esa mujer.
Se metió a la ducha rápidamente y se rasuro por primera vez pues según su imaginación se parecía a cantinflas sólo que en pequeño; boleo sus zapatos y se puso calcetines nuevos.
Estaba radiante y por primera vez se sintió bien de que su mamá le planchara su uniforme.

Bajó a desayunar y esta vez lo hizo de forma rápida, su madre y su hermana se asombraron de verlo así. Su mamá se atrevió a preguntar por qué estaba así de radiante y lleno de energía a lo que él respondió
«Hoy será un día mágico y diferente.»
Su mamá y su hermana se miraron extrañadas pues nunca lo habían visto así en toda su existencia pero prefirieron no preguntar. Llegó la hora de irse a la escuela así que salieron de su casa y caminaron con alegría.
Él con la mirada en cielo pensaba en como podía enamorar a aquella niña y decía para sí:
"La haré sonreír con chistes. Seré caballeroso en todo momento.
Me comportare como un intelectual para que crea que leo mucho."
De repente se dio cuenta de que eso no le traería nada bueno y pensó:
"¡No!, me comportare tal y como soy porque no quiero que se enamoré de un estereotipo."

Sonrio y dejó de idear lo que haría para que todo saliera con naturalidad.
Llegando a la escuela entró a su salón y se sentó en su banca. Sus compañeros fueron llegando uno a uno y él los saludaba a todos y cada uno de ellos. Todos se extrañaron, ya que él nunca saludaba a nadie.
Pasaron las horas y él siempre tuvo esa sonrisa tan hermosa y enorme en su rostro.
Empezó la clase de ética y valores, el profesor comenzó preguntando una cosa que hizo que todos pusieran atención.

-¿Alguien de ustedes sabe qué es el amor?

Un niño levanto la mano y rápidamente respondió:
-El amor es lo que te hace vivir. El amor se encuentra en todos lados. Por amor es que existimos.

El profesor sonrio y al ver que nadie más quería participar decidió preguntarle a alguno de ellos.

-¿Nadie más? Bueno. Haber Yerál ¿Para ti qué es el amor?
Él suspiro y pensó por un momento, después respondió:
-El amor, el amor es un sentimiento tan grande y es muy difícil explicarlo. Es un sentimiento que refleja el querer a una persona, el amar a una persona.
El profesor preguntó
-¿Alguien de ustedes se ha enamorado alguna vez?
Todos levantaron la mano excepto Yerál. El profesor le preguntó.
-¿Por qué no te has enamorado?
Y Yerál respondió.
-Porque para saber que una persona está enamorada de otra debe dar todo de sí.
Debe estar seguro de que quiere estar con esa persona toda su vida. Considero que el amor no es recíproco, no debes esperar nada de la otra persona sólo donarte y ya.

Todos lo miraron con asombro y un compañero dijo:
-Si eso es el amor yo nunca lo he sentido.- y bajo su mano. Poco a poco todos bajaron la mano y el profesor sonrio grandemente.

Llegó la hora de receso y todos salieron. Yerál fue con sus amigos a la banca donde siempre se sentaban.
De pronto Yerál giro la cabeza hacia la derecha y vio a Yezmín correr hacia él. Cuando ella llegó sonrio y le hablo.
-Hola.
-Hola.- dijo nervioso.
-Me llamo Yezmín.
-Yo soy Yerál.
-Si lo sé.- dijo ella sonriendo - ¿Oye tienes correo electrónico?
-Sí, es yeralavila07@hotmail.com- dijo emocionado.- Hey, pero también dame el tuyo.
-Jejeje bueno el mío es nadha96@hotmail.com- ella sonrio y se dio la vuelta para después irse. Él la observó y se dio cuenta de que se había enamorado de su sonrisa. Sonrio levemente y dio la vuelta para regresar con sus amigos.
Cuando entró a las últimas clases del día escolar dejó de oír lo que sus profesores decían y se dedico a escuchar a su subconsciente que decía:
"¿Será ella el amor de tu vida? ¿Será qué existe el amor a primera vista? ¿Será qué ella es mi razón de vivir?"

El amor que no es amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora