El amor que no es amor.

DÍA 4 ELLA

Yezmín abrió los ojos lentamente, miró a la ventana y notó que aún el cielo estaba oscuro, miró el reloj y regreso la mirada a la ventana, justo frente a ésta había una estrella sumamente brillante; Yezmín la miró y comenzó a pensar.
"Mamá, la estrella que más brilla en el cielo eres tú, eres quien ilumina mi camino, quien me escucha llorar y sabe los problemas que tengo. Necesito que estes conmigo, que me des consejos, que me abraces."
Yezmín cerró los ojos y poco a poco comenzó a llorar. Sentía que el corazón se le salía, que se quedaba sin oxígeno, que una parte de ella se iba lentamente.
Se levantó, se baňó, se arregló, desayuno y salió de su casa.
Camino lento y con paso alegre, escuchaba música y cantaba felizmente.
Cuando llegó encontró a Mariam afuera.
-Hola- Saludó Yezmín.
_Hola torpe. ¿Ya te enteraste?
-¿De qué?
-Mi hermano anda con Carmen.
-Jajaja pobrecito jajaja.
-Sí.
-Bueno voy a entrar a hacer mi tarea jajaja.
-Te veo adentro.
Yezmín entró y vio que Yerald estaba sentado en la jardinera. Sonrió al verlo y decidió acercarse a él.

-Pero mira quién está aquí.- Dijo Yezmín con una sonrisa hermosa y radiante.
-¡Yezmin!- sonrió Yerald al verla
-¿Por qué tan triste?
-¿Triste yo? No, estoy muy bien.- intentó sacar la mejor sonrisa pero no pudo.
-¡Claro! Oye, me enteré de que ya no eres soltero.
-Ah sí.
-Te ves tan feliz,
-Claro.
-Jajaja, vamos sonríe. No puede ser tan malo.
-Si lo es. Ella no me gusta.
-Entonces ¿por qué andas con Carmen?
-Pues nada más.
-Eres un bobo, deberías terminar con ella.
-Eso haré.
-Bueno te dejo. Ahí viene tu novia.- ambos voltearon hacia la puerta y notaron que se acercaba Carmen hacia ellos.
-No me dejes.dijo Yerald suplicando.
-Perdón pero es que tampoco hice la tarea.
Yezmín se alejo lentamente y sintió feo por dejar a Yerald solo.
Cuando llegó a su salón fue con su amiga Mariam, quien estaba muy concentrada viendo a unos chicos que pertenecían al equipo de fútbol americano.
-¿Qué ves?- dijo Yezmín y Mariam dio un brinco.
-¡Ay! Eres tú, me espantaste.
-Jajajaja ¿en que pensabas? heee
-En nada, solo estaba viendo a esos chicos guapos que están por allá.- Mariam señaló el lugar donde se encontraban los chicos.Yezmín se asomo y los miro unos segundos para luego regresar la mirada a su amiga.
-¿A poco no están guapos?- Dijo Miriam mirando fijamente al mismo lugar.
-Aaa... claro... súper guapos.- A Yezmín no le gustaban los chicos como los de fútbol americano sus músculos marcados le daban asco y sentía que ellos eran muy creidos.-Deberías hacerte novia de uno de ellos heee.
-Sí, es lo que pretendo pero mi hermano se pone celoso de que hablo con chicos así que necesito que Carmen lo distraiga en receso.
Yezmín sintió un agujero en el estomago cuando Mariam dijo eso, ella sabia que Yerald no quería estar con Carmen y seguramente él inventaría un pretexto para pasar su receso solo.
-Yo lo distraigo- dijo Yezmín sin pensarlo más.
-¿Por qué tú?
-Porque si.
-¿Te gusta mi hermano?
-¡Noooo!
-¿Entonces?
-Me agrada platicar con él, me divierte. Es muy... no sé... muy bobo.
-Jajaja si lo es. Yo siento que ustedes dos terminaran juntos.
-No, jajaja. Sería la ultima persona con la que querría estar.
-Mmm si tú lo dices.
Las horas transcurrieron de manera lenta para Yezmín, ella ansiaba el receso, quería salir y salvar al pobre de Yerald de su infierno.
Pensaba en como hacer que Carmen no la viera con él porque sabía las consecuencias de ello.
Cuando el timbre anunció la salida a receso Yezmín volteo a ver a Carmen y vio que ella ya estaba en la puerta. Yezmín salió detrás de ella con cautela, cuando vio que había entrado al salón de Yerald decidió sentarse en una banca y esperar a que ella saliera, no tardó mucho para que eso sucediera. Cuando la vio salir Yezmín se levanto y fue hasta Carmen.
-¿Y Yerald?
-¿Porqué preguntas? ¿Acaso te gusta?
-No...- Yezmín no sabía que decir así que salió lo primero que llegó a su mente.- es que me gusta uno de sus amigos y quería saber si estaba adentro.
-Ash, mi novio tiene mucha tarea. Ve a buscar a tu chico si tanto lo quieres.
Yezmín le dio una pequeña sonrisa y luego se fue hacía el salón de Yerald. Se asomo con un poco de miedo y cuando vio que Yerald estaba solo decidió entrar.
-¿Fingiendo tener tarea?
-No quiero estar con ella.
-Si, lo creo.
-¿Quieres quedarte conmigo?
-Esta bien.
Ambos se quedaron platicando y Yezmin se divirtio mucho. En ese momento se dio cuenta de que pasar tiempo con Yerald le confortaba y estaba segura de que podrían ser muy buenos amigos.