ꞋꞌꞋ El Sol y la Luna ꞋꞌꞋ

▶ Inconveniente

Nuevo día, nuevas experiencias en la guardería.

Como siempre estaba Sun entreteniendo a los niños, un par de niños corriendo de un lado a otro siendo perseguidos por el mismísimo sol.

Moon que apenas entraba por la puerta y vio aquella escena de Sun correteando a los niños le recordó al primer día en que había llegado ahí, detestando por completo a los niños y creyendo que renunciaría a la semana. Ahora ya casi habían pasado dos meses desde ese día, no es que amara a los niños después de esos meses, ahora simplemente los toleraba y a veces, solamente a veces, le gustaba pasar el rato cuidandolos, ahora podía comprender un poco mejor a su compañero de trabajo.

Cierra la puerta detrás de él y suspira, ya no podía referirse a él simplemente como su compañero de trabajo después de todo lo que había pasado en esos últimos días.

Después del incidente en el centro comercial se habían acercado un poco más, bastante podría decir la Luna.

Sun a veces se iba a dormir en la zona de descanso de la guardería con la excusa de que no quería dejar solo a Moon cuidando a los niños, algunas veces Moon se recostaba junto a Sun para descansar pero terminaba levantándose antes para que no ocurriera el accidente de antes y no los regañaran de nuevo.

Moon por su parte empezaba a acostumbrarse a darle besos al solecito en momentos inesperados, ya no podía evitar al hacerlo, al punto de que a veces quería besar al contrario cuando estaban trabajando, solamente se contenía porque había niños presentes.

Ahora la Luna tenía un poco más en claro que era lo que realmente sentía por el menor, aún así creía que le tomaría un poco de tiempo poder hacer que se volviera oficial, a pesar de haber aceptado sus sentimientos no sabía como pedirle al contrario que saliera con él, quería hacer algo especial.

Lo mejor sería dejar eso de lado, por ahora, tenía que ayudar a su compañero con el trabajo.

Lentamente se acercó hasta el por la espalda, los niños notaron su presencia y Moon hizo una pequeña señal de que guardaran silencio, los pequeños rieron un poco y eso había llamado la atención del solecito que estaba viendolos con una pequeña sonrisita, al parecer no se había dado cuenta de la presencia que estaba detrás de él.

— ¿qué es tan gracioso que no me entero pequeñines?

— ¡Nada nada! Es que me acordé de un chiste que había hecho. — El resto de los niños asienten, dándole la razón al pequeñin que habló.

— ¿y todos pensaron en eso al mismo tiempo? Que extraño... — Susurró Sun desviando la mirada por un momento. — ¡oh, eso quiere decir que todos son buenos amigos y por eso piensas igual! Que lindos. — Dijo Sun ahora bastante emocionado, aunque aún no creía que eso fuera capaz.

Ahora que los pequeños se habían convertido en pequeños cómplices de la Luna y no dijeron nada una gran sonrisa apareció en el rostro de Moon, en un movimiento rápido abrazó al Sol de la cintura atrayendolo a su cuerpo, la espalda del menor chocando con el pecho del mayor y este en un par de segundos tenía atrapado al sol quién se había llevado un gran susto y estaba en shock mirando a los niños.

— ¿Me extrañaste? — Susurró Moon cerca de la oreja del contrario, esto hizo que el rubio sintiera escalofríos, se había sonrojado bastante y los niños reían mucho, más que antes por el brinco que había dado el bufón de ropa color amarilla y anaranjada.

El Sol volteó a verle ligeramente sonrojado y asintió con la cabeza, Moon también sonríe al recibir esa respuesta y lo soltó segundos después para ponerse al lado del Sol y saludar con la mano a los niños que automáticamente se acercaron para saludarlo y otros para abrazarle, podrían ser pequeños demonios pero tenían un lado tierno.