▶ Sentimientos

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Al día siguiente hubo bastantes cambios, más que nada en la actitud del solecito.

Durante toda la tarde que estuvieron trabajando ambos chicos, el rubio se había mostrado más cariñoso, Moon sabía que tenía mucho que ver en ese cambio tan repentino y ahora no sabía como manejar la situación. Había momentos en que se acercaba de la nada y lo abrazaba con tanta fuerza que hasta podría quedarse sin aire, en otras ocasiones solo se le quedaba viendo mientras sonreía como todo un rarito.

Empezaba a molestarle.

La única opción que tenía era quedarse cerca de los niños leyendole un par de cuentos para que Sun no tratara de abrazarlo cada cinco minutos, la primera hora la había pasado de maravilla ya que su teoría había funcionado, pero solo la primera hora, los niños ya se habían aburrido de escuchar historias y decidieron irse a hacer otra cosa, dejando a Moon sentando en una parte un poco alejado del resto, tampoco es que quisiera levantarse y seguirles así que quedó sentado vigilandolos desde la lejanía, tenía que cuidar que nadie se lastimara o estar al pendiente por si alguien le llamaba.

— Te encontré.

Si bueno, ¿por qué no le sorprende que no hayan pasado más de cinco minutos y Sun ya había hecho aparición para molestarlo?

El solecito no perdió el tiempo y se sentó en el regazo del contrario, pasó sus manos alrededor de su cuello y juntos su nariz con la ajena, mantuvo una gran sonrisa en su rostro, miraba directamente a los ojos rojos del contrario.

— ¿Qué quieres?

— Abrazarte.

— Lo has estado haciendo durante toda la tarde.

— Uhm... Es que me gusta estar junto a tí, ¿acaso no tengo permitido abrazarte?

— No dije eso, pero empieza a molestarme.

A pesar de las muchas quejas del mayor este no lo había empujado en ningún momento, sus manos fueron hasta la cintura del contrario y cerró sus ojos.

— Quiero besarte.

Moon rápidamente lo empujó al escuchar eso, el contrario le miró algo confundido ahora estando en el suelo, el mayor se levantó rápidamente y sin decir absolutamente nada salió disparado en dirección a los niños, necesitaba un tiempo para pensar sobre lo que había pasado ayer, necesitaba procesarlo, sabía perfectamente que el lo había besado pero no recordaba porque lo había hecho, ¿de verdad le gustaba o era simplemente para hacer feliz al solecito?

Sun sintió una presión ligera en su pecho al ver como se alejaba, quizás no quería besarlo cuando estaban con los niños y alguno de ellos podría verlos, de cualquier manera todo el rato se la habían pasado bien pegados el uno al otro, pero eso no explicaba porque lo empujó de esa manera. Negó con la cabeza deshaciéndose de esos pensamientos negativos y se levantó para enseguida acomodar su uniforme y acercarse a los niños, tenía que hacer su trabajo si quería una buena paga, quizás de esa manera podría regalarle algo al contrario.

⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅

— ¡Hora del descanso!

Gritó Sun acercándose rápidamente a su compañero que había entregado al último niño a su respectivo padre, se había despedido de todos y cada uno de ellos. La guardería se mantenía cerrada por una hora para que los trabajadores tuvieran un descanso de cuidar a tantos niños y también era un descanso para poder comer algo, quizás hasta dormir si es que lo necesitaran.

Moon se dirigió a la zona de fiestas dónde usualmente celebraban los cumpleaños de los niños y se sentó en una de las sillas mientras esperaba a Sun, traería la comida, solo quedaba esperar.

ꞋꞌꞋ  El Sol y la Luna  ꞋꞌꞋ   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora