capítulo 10 Nueva vida

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Después de la disculpa de Naruto, Naruto y Hinata acostaron a los niños como asía ya mucho tiempo no lo hacían, esa misma noche Hinata y Naruto se demostraron nuevame su amor, se demostraron cuánto se habían extrañado el uno al otro, extrañaban el hecho de estar juntos, ambos solo se habían dejado llevar en su habitación, entre mantas mojadas y con los cuerpos sudorosos con suaves caricias, débiles susurros o gritos fuertes ambos se expresaron su amor, frente a la luna, la luna que tantas veces había presenciado los momentos más íntimos y románticos de la pareja, desde paseos nocturnos que les gustaba hacer hasta sus noches de dormir abrazados.

La mañana había llegado, Naruto apenas estaba empezando a desper, hinata se levantó al sentir que Naruto se levantaba, entonces recordó lo que habían hecho la noche anterior y se sonrojo demasiado, había gritado mucho y sus hijos estaban en las habitaciones de al lado, no podría vivir con la vergüenza de que los escucharan, más aún porque Boruto ya estaba en edad para entender ciertas cosas, Naruto se dió cuenta de esto y aunque le gustaba ver a Hinata en forma tímida era hora de decirle lo que debería ser obvio.

- No te preocupes, puse sellos silenciadores- y era cierto, Naruto se había dado cuenta de que eran muy ruidosos a veces por lo que había optado por silenciar su habitación, el alivio de Hinata después de escuchar eso había sido enorme.

Ambos se vistieron en un cómodo silencio antes de ir a la sala viendo que Boruto y himawari ya estaban despiertos, habían pasado un almuerzo realmente agradable, había pasado mucho tiempo desde que habían podido actuar como la familia que eran, y esperaban que las cosas siguieran así.

En cambio en la casa de Sakura las cosas no estaban tan bien, Sakura sabía que su matrimonio nunca había funcionado pero aún así estaba triste por terminarlo, además de que Sakura realmente se sentía mal por como había le fallado a Sarada ultimame.

Sarada estaba acostada, su rostro enterado en la almohada, sus respiraciones tranquilas indicaban que seguia durmiendo, no pasó mucho para que despertara, sus ojos más cerrados que abiertos indicaban que todavía tenía sueño, pero sinceramente no podría dormir, se sentía mal por como había tratado a su madre, si bien la mayoría que había dicho era verdad, no debió de a verlo dicho de esa forma, si había cometido un error, varios errores, algunos de ellos muy grandes, pero todo lo demás pesaba en su mente, las veces que se quedaba dormida en su cama cuando enfermaba, cuando se quedaba despierta hasta tarde para ayudarla con su tarea de la academia después de salir muy tarde del hospital, como a pesar de estar cansada del trabajo, cuando quizás no la entrenaba pero procuraba darle consejos, aún cuando tenía más cosas que hacer, y es que si bien era cierto que su madre había cometido un error terrible no podía arremeter contra ella por eso, pues a pesar de todo era una gran madre, una que había visto por ella desde que nació y que lo seguía haciendo, una que aunque no estubo presente en momentos dónde debía de estarlo sabía que estaba salvando vidas, era su trabajo, quizás no había sido la mejor madre pero era su madre, y la quería, quería estar bien con ella.

Sarada, después de vestirse fue a la sala, ahí vio a su madre acostada en uno de los sillones, los signos de llanto permanecían en su rostro, Sarada, temerosa del rechazo de su madre por las palabras que había dicho ayer se acercó a ella, se acostó a su lado y la abrazo, empezó a llorar, Sakura instintivamente acerco a Sarada y la abrazo, Sarada solo se aferro más a su madre y la sintió llorar, sabía que se había despertado, -lo siento mamá- no se necesitaban más explicaciones, ambas sabían que habían cometido errores pero su relación no podía quedarse dañada por un error, se abrazaron y lloraron por un rato, con unas palabras y un abrazo que significaba más que mil palabras ambas se reconciliaron, madre e hija volvían a estar bien.

Pasaron unas horas, Sakura y Sarada no habían echo nada más que platicar, arreglar las cosas de forma verbal, si bien Sarada sabía que se había sobrepasado al gritarle a su madre también era cierto que la mayor parte de lo dicho había sido cierto y Sakura estaba conciente de ello, fue a base de eso que ambas pudieron hablar y arreglar su relación, no solo eso, Sakura había prometido dejar de trabajar tanto y poner más atención en su hija, aunque internamente Sakura sabía que los años en dónde más debió disfrutar de su hija ya habían pasado, y eso no la llenaba más que de arrepentimiento y tristeza.

Las horas pasaron hasta que llegó Sasuke, se tardó tanto que incluso pensaron que no vendría, cuando paso en silencio al hogar lo primero que hizo fue de forma temblorosa abrazar a su hija, Sarada dudo en corresponder el abrazo, decidió hacerlo, Sasuke metió su única mano en el saco que traía y saco un folder. -los papeles de divorcio- no se necesitaban más palabras, sabían lo que significaba, si bien Sarada estaba triste también sabía que era lo mejor para sus padres y posiblemente para ella por lo que no dijo nada.

Esa día fue el último juntos, el último día que serían una familia, al día sigu Sasuke se iría nuevamente de viaje pero esta vez mandando cartas constantes a su hija.

Sakura se sentía más liviana, las cosas se habían solucionado sorprendente rápido y agradecida a kami por eso, esa era la razón por la que estaba teniendo esta última cena como familia, al día siguiente nuevamente sería soltera.

Y así fue, sorpre no había sido nada difícil o tardado hacer el trámite de divorcio, lo que si iba a ser muy difícil era encontrar la forma de reducir el tiempo en el hospital, si bien quería pasar mucho más tiempo con Sarada, tampoco podía negar el hecho de que ahora ella era la mejor ninja médico del mundo y debía lidiar con la responsabilidad que esto traía, sabía que su amigo dejaría de ser kague, eso era más difícil, realmente se compadecía.

Naruto se la estaba pasando mal, muy mal, preparar todo para su renuncia había terminado siendo algo mucho más complejo de lo que esperaba, no solo por lo que conlleva el cambio de poder, también por todos los cambios que quería hacer antes de irse del puesto, ya habían pasado varias horas desde que había entrado a su oficina y no estaba haciendo algo más que revisar papeleo junto a sus clones de forma masiva, sabía que eso le llevaría un gran dolor de cabeza que lo acompañaría por bastante tiempo después de que desapareciera los clones.

Hinata estaba con Boruto, estaba haciendo algo que casi nunca hacía, lo estaba entrenando, su hijo le había dicho que quería sorprender a su padre teniendo mejores habilidades, lo que Boruto no se esperaba era que su madre fuera tan fuerte y despiadada a la hora de entrenar, no le cabía en la cabeza como su dulce madre que si bien tenía momentos de enojo que hacían palidecer del miedo a su padre, fuera tan fuerte, el le había pedido que fuera en serio con el, esperaba que fuera igual de fuerte que su tía Hanabi pero se había dado cuenta que su madre era bastante más fuerte, afortunadamente su madre había estado recalcando algunos de los errores más evidentes en su postura, e incluso le enseñó algunas de las posturas básicas del clan, que a pesar de no tener el byakugan podía realizar, había sido muy difícil porque su madre en unas horas lo había golpeado repetidamente en sus puntos de chacra para que pudiera aprender dónde golpear, era un método bastante duro pero eficaz.

Hinata estaba siendo muy dura con Boruto, y tenía su razón, ella ya sabía que era posible que al igual que su madre tuviera complicaciones en el embarazo, cuando tuvo a Himawari había sido un embarazo demasiado difícil y algo que Sakura les había dicho iba a pesar en su cuerpo a largo plazo, tanto ella como Naruto sabían el riesgo de tener otro hijo, Naruto incluso le propuso esterilizarse para no tener que arriesgarse pero se había negado, realmente le gustaba ser madre, era su sueño, lo que siempre había querido desde pequeña, y aunque podía sonar egoísta le agradaba la idea de estar embarazada, varios de los momentos más felices de su vida había sido estando embar, la había sentir muy feliz, así ella y Naruto habían acordado que si se volvía embarazar trataría de no preocuparse y si se complicaba el embarazo llamarían a Tsunade para que junto a Sakura supervisaran todo el proceso, era esa posibilidad de que algo saliera mal lo que hacía que Hinata quisiera estar más tiempo con su hijo y prepararlo para ser un ninja tan fuerte como pudiera, no le gustaba la idea de que su hijo saliera mal herido en una misión y entrenarlo de la mejor forma era su única salida de esa preocupación, también había propuesto entrenar a Himawari pero su hija menor todavía no sabía si sería una ninja, y sinceramente eso a Hinata le alegraba pues prefería que sus hijos se alejaran de esa vida, sin embargo aún así entrenaría a su hija, no quería que algo malo pasará.

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Hasta aquí el capítulo, muy corto, lo sé, pero este capítulo no es más que la conexión para lo que realmente tengo claro que voy a escribir, tengo ya preparado casi todo lo que respecta a las ideas de la trama y diálogos....

Solo espero no tener complicaciones, bueno aunque fue corto el capítulo espero y les aya gustado.

Posdata: ya estamos en la recta final del fic, ¿Fic corto no?


Errores del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora