Contigo (📖)

22. ¿San Valentín o San Solterín?

Llegó el día más querido para muchos, pero odiado para otros, efectivamente, San Valentín, Olivia estaba aún dormida cuando se levantó por la mañana, bajó a desayunar y vio que Álex no estaba por ningún lado, cosa que le pareció rara y le preguntó a James, pero él dijo que había se había ido temprano por la mañana y que aún no había vuelto, Olivia se pensó que la quería dar una sorpresa, así que decidió esperarle para así poder darle su sorpresa de San Valentín, que era una preciosa chaqueta de cuero personalizada con diferentes diseños que sabía que a Álex le iba a encantar. Sus amigas Leila y Scarlet pasaron el día con sus novios en citas preciosas y se dieron unos regalos súper bonitos, pero Álex aún no volvía de su recado, así que como Lucas también estaba solo el día de San Valentín le dijo a Olivia que fuese a su casa y así pasasen el día juntos para animarla viendo pelis, series, comiendo palomitas, dulces, etc., cuando llegó, se saludaron y él dijo:
-¿Por qué no estás pasando el día con Álex?
-Es que no le he visto en todo el día.
-¿Por?
-Su padre me ha dicho que ha tenido que salir a hacer algo importante.
-Pues que putada de su parte, debería estar pasando el día contigo, se supone que eres su novia ¿no?
-Si, pero seguro que tiene que estar haciendo algo muy importante.
-Ya, aún así es una mierda porque seguro que él también querría pasar el día contigo, pero bueno, no vamos a hablar de eso, tu tía la solterona te ha venido a animar, así que nada de caras largas, vamos a ver pelis y hacer el gilipollas un rato, y no acepto un "no" por respuesta.
Ella se rió y dijo:
-Vale.
Después de pasar el día juntos, Lucas consiguió animarla y se lo pasaron muy bien, pero llegó la noche y Olivia se tuvo que ir a su casa. Olivia se iba a su habitación un poco enfadada y triste porque no había pasado el día de San Valentín con su novio y no le había visto en todo el día, pero justo antes de que llegase a su habitación, Daniel la tiró de la camiseta y la dijo:
-Oye Liv.
-Dime Dani.
-¿Vienes a dar un paseo conmigo?
-¿Ahora?
-Si, porfa.

-Daniel, ya es de noche, deberías estar ya en pijama.

-Porfaaaaa.

-Bueno vale, pero ponte una chaqueta que hace un poco de frío, yo también me voy a poner una.

-Valeee.
Olivia se puso su chaqueta y Daniel se puso su abrigo, su gorro y su bufanda porque al ser de noche hacía mucho frío y salieron a dar un paseo, mientras paseaban, hablaban y reían Olivia le preguntó a Daniel:
-Oye Dani.

-¿Qué?

-¿Cómo es que se te ha ocurrido salir ahora de paseo?
-Es que te he visto triste y no quiero verte triste, así que he pensado que salir un ratito a tomar aire fresco te va a hacer sentir un poco mejor, sé que estás triste por qué no has visto a Álex en todo el día pero créeme que a él le hubiese encantado estar todo el día contigo pero es que era algo muy importante.
A Olivia le sorprendió y le enterneció al mismo tiempo lo que acababa de decir Daniel, así que le miró, sonrió y le dijo:
-Gracias, eres el mejor hermanito pequeño que podría haber tenido nunca.
Ella le abrazó y él sonrió y la dijo:

-Te quiero Olivia eres la mejor hermana del mundo.
-Y yo a ti peque.
Siguieron caminando un rato y hablando, y luego volvieron a casa, Olivia acompañó a Daniel a su habitación y le leyó un cuento hasta que se quedó dormido. Después fue a su habitación y en la puerta vio un Post It que decía: "Liv, siento no haber podido estar todo el día contigo pero es que si no, no podría haberte preparado esto"
Olivia sabía que era de Álex y rápidamente abrió la puerta. Al abrir la puerta se encontró con unos pétalos de rosa haciendo una flecha señalando las escaleras, había velas por toda la escalera y cuando subió a la parte de arriba, estaba entera decorada con pétalos de rosa y Álex estaba sentado en la ventana con una rosa en la mano,  su pelo castaño claro alocado y rebelde, sus ojos verdes brillantes iluminados por la luz de la luna, ella le miraba perpleja sin poder decir una sola palabra y él en cuanto la vió se levantó, olió la rosa, se la dió y dijo:
-Hola minion.
Ella no le dejó continuar y le dió un beso, y antes de que ella pudiese decir algo más, él la agarró de la mano y la dijo:

-Ven, te voy a enseñar algo.
Él la subió al ático, y de allí al tejado por una escalera y la dijo:
-Desde aquí podrás ver toda la ciudad y la luna también se ve mucho mejor.
Ella estaba totalmente fascinada y sin poder decir una sola palabra porque se veía toda la ciudad con las pequeñas luces de los edificios y la luz de la luna y las estrellas iluminando y adornando el oscuro cielo negro. Estaban sentados admirando las bellas vistas que tenían delante y de repente Álex dijo:
-A mi madre le encantaba subirse aquí a mirar las estrellas y la luna, siempre me traía aquí de pequeño porque a mí también me encantaba y como sé que a ti también te gusta mucho quería compartirlo contigo y que pudieses disfrutar de ello.
Ella le miró, le dió un beso en la mejilla y le dijo:
-Te quiero, eres tan sensible y empático aunque te cueste reconocerlo porque creas que eso te hace ser débil pero en realidad te hace más fuerte.
-Yo también te quiero, eres tan perfecta y no te das cuenta de que eres capaz de comerte el mundo si te da la gana, pero aunque tú no te lo creas vales mil millones de veces más de lo que tú crees, eres una de las personas más valiosas e importantes que tengo en mi vida.
A ella se le formaron lágrimas en los ojos porque se había emocionado con lo que Álex le dijo, él al darse cuenta la acarició la mejilla con su pulgar y la besó delicadamente, se quedaron allí un buen rato charlando, riendo y disfrutando el uno del otro, se hizo tarde y decidieron irse a dormir, se despidieron con un beso y se fueron a dormir para que después, al pasar un tiempo, hiciesen honor a sus "nombres".