Capítulo 17

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Vincent y yo nos vamos hasta la cafetería Paradise, allí nos sentamos en una mesa alejados del resto de clientes. Él se pide otro capuchino, no paro de dar golpecitos con el pie, estoy nerviosa. La camarera le trae su pedido, le da un sorbo, y me mira.
—¿Qué haces aquí? -Vincent no se anda con rodeos.
—Tenía que verte -murmuro sin que a penas me salga la voz—. Tenemos que hablar.
—No tengo nada que decirte -me espeta severo.
—Pero yo a ti, sí.
—Dime lo que tengas que decir y sigamos cada uno con nuestras vidas.
—Lo siento, por todo lo que hice y dije, y sobretodo por el accidente.
—Perdí el pie en ese maldito coche -me espeta.
—Lo sé y lo siento -le digo con lágrimas en los ojos—. Íbamos discutiendo y ese otro coche apareció de la nada.
—¡Discutíamos por tus inseguridades! -me grita—. Yo te quería Emma -sus ojos se vuelven vidriosos.
—¡Y yo a ti! -pongo mi mano sobre la suya pero él la aparta con rapidez.
—Si has venido hasta aquí para luchar por mí o para intentarlo de nuevo, estás perdiendo el tiempo, porque no siento nada por ti.
—Solo he venido para hablar, para disculparme, porque no puedo dormir tranquila.
—Pues ya lo has hecho Em, te perdono, de verdad que lo hago, pero no quiero volver a verte.
—Ojalá poder volver atrás -mascullo.
—¡No se puede Em! -grita enfadado.
—¡Lo sé! -le contesto con un tono de voz demasiado alto.
—Espero que te vaya bien en Linston, y en la vida, siempre he querido lo mejor para ti -se limpia las lágrimas.
—Lo siento -murmuro—. Te deseo lo mejor y espero que seas feliz -me limpio las lágrimas.
Vincent se levanta, desvío la mirada y en cuanto veo el metal que nace de su tobillo sustituyendo su pie aparto la mirada y contengo las lágrimas. Sé que rompí sus sueños en ese accidente, no soy consciente de lo que habrá pasado por mucho que lo piense, sabía que esto saldría mal, pero tenía que mirarle a los ojos y pedirle perdón.
—Emma -murmura Vincent desde la puerta—. Yo también lo siento, sé que también tuve mis momentos en los que me porté fatal contigo -inspira y se limpia las lágrimas—. Gracias por venir hasta aquí, y lo siento, por todo el mal que te hice y por no darme cuenta de que tú también sufrías por lo que pasó.
Me quedo allí de pie sin saber que decir ni que hacer, solo lloro y sollozo. Vincent sale de la cafetería, me limpio las lágrimas y salgo corriendo tras él. Le alcanzo justo a tiempo y lo abrazo por la espalda.
—Lo siento, Vincent, lo siento -digo entre sollozos.
Él se da la vuelta y me mira a los ojos, está llorando de nuevo, me abraza con fuerza y con cariño, cierro los ojos y me transporto hasta aquellos primeros momentos en lo que todo era abrazos, risas y amor, en donde estaba cegada por un mundo de color de rosa pero mi relación con Vincent era algo más que hermanos.
—Ahora estamos aquí, en Linston -murmura Vincent—. Tal vez, podamos empezar de cero, siendo amigos, corrigiendo los errores que tuvimos en el pasado -se limpia las lágrimas—. Como si se tratase de un nuevo comienzo -sonríe.
—Un nuevo comienzo -repito entre susurros mirando a Vincent, abrazada a él, con los ojos bañados en lágrimas.
Sé que nunca volverá haber una historia de amor entre nosotros, al menos no como pareja, porque hay muchos tipos de amor y el que yo tengo hacia Vincent es algo indescriptible pero está ahí, sé que durará para siempre por muy mal que vayan las cosas entre nosotros, porque por muy lejos que estemos por muy mal que nos llevemos, estaremos el uno para el otro siempre y para siempre.

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Un nuevo comienzo (Más que hermanos 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora