CAPÍTULO 20. MI FAMILIA.

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Me miraba en el espejo con una sonrisa enorme en los labios, si bien se supone que debería estar nervioso por lo que acontecerá en un lapso de treinta minutos, no lograba descifrar mis emociones en estos instantes, era una extraña mezcla entre emoción y ansiedad por salir de la habitación y acabar todo de una vez, podría estar tranquilo y seguro de que nada arruinaría mi felicidad, pero el miedo a que de la nada Mew se arrepienta o que algo lo impida sigue ahí.

¿Serán los típicos nervios que sufren todos antes de su boda?

Porque sí, Mew y yo nos casaremos hoy, en unos cuantos minutos, después de seis meses de preparación, tardó más de lo que quisimos porque debíamos esperar un tiempo por el tema del divorcio, pero no fue tan difícil, los padres de P'Art armaron un escándalo, inventaron que Mew era un maltratador y que por esa razón necesitaba de apoyó psicológico, y estaba incapacitado mentalmente, el hermano de P'Art no dejo que sus padres hicieran mucho desastre, pues tres meses con un nuevo médico fueron suficientes para que comprendiera que tenía una fuerte dependencia a él cuidado y protección de Mew, desacreditando a él supuesto médico familiar.

P'Art nunca estuvo en ese proceso, ni siquiera su hermano, fue un abogado que en conjunto con Kao hicieron un excelente caso y lograron que Mew saliera ileso y oficialmente soltero, pero lo más importante, sus bienes y los de nuestra familia estaban a salvo, eso no afectó para nada mis planes de matrimonio.

– ¡Papi! ¡Woow! – exclamó Tharn al entrar a la habitación.

– ¿Qué sucede mi amor? – pregunté estirando mi mano para tomar la suya.

– Papi se ve muy hermoso – dijo con una sonrisa – Papá se va a desmayar así – hizo un gesto sacando la lengua y volteando los ojos.

– Ay mi bebé – dije gracioso besando sus mejillas.

Mew había estado de acuerdo desde el primer momento en que Tharn también venía conmigo al casarse, al día siguiente de que le pidiera matrimonio fue al orfanato y le pidió mi mano formalmente, Tharn simplemente lo abrazó y le pregunto que si lo podía llamar papá, cosa que a Mew lo hizo llorar mientras le repetía que estaba contento de ser su papá, besó sus mejillas y lo mantuvo en sus brazos toda la visita.

El proceso de adopción iba de maravilla, no era de menos pensar en que el hecho de que estaba a punto de casarme era en parte una de las razones por más cuales me permitieron más rápido la adopción, pues era más seguro una familia nuclear a una familia con un solo papá, claramente eso a la directora no le interesaba pero la institución infantil era muy estricta con respecto a él cuidado y protección de los niños, lo entendía pero nunca había escuchado que le pusieran tantos obstáculos y requisitos a los hombres como a los donceles y mujeres, aunque estoy feliz de poder adoptar a Tharn más rápido, no me parece justo.

Pero ahora mismo no tengo cabeza para pensar en ello, solamente quiero que los minutos pasen rápido para acabar de una vez por todas.

– Voy a lanzar florecitas ¿Verdad papi? – preguntó mi bebé con la pequeña canastita en sus brazos.

– Si mi amor, vas a lanzar florecitas – dije con cariño peinando sus cabellos.

– ¿Recuerdas como practicamos? – preguntó Andy trayendo consigo un ramo de girasoles para mí.

– Sip, dos pasitos, un puñito, dos pasitos un puñito – dijo haciendo una demostración, sonreí y recibí el ramo.

– Eso es pequeño, la tia Andy está muy orgullosa de ti – dijo dejando un sonoro beso en su mejilla.

Soltamos una carcajada al ver cómo el labial de Andy se había quedado en su mejilla, Tharn reía con nosotros y fui a traer una toallita húmeda para limpiarlo.

SEÑORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora