Diet of Sex | Lisoo

⇢ Fifteen

— Buenos días, Lisa. — JooHyun entrelazó sus brazos con los de la pelinegra, que sólo la vió curiosa, mordió sus labios, y negó, mirando el suelo. — ¿Cómo te fue con el funeral de tu tío-

— Disculpa, yo también existo. — Dijo JiSoo metiéndose entre ellas dos y la mayor sólo la miró frunciendo el ceño, diciéndole con la mirada lo que debía hacer.

Habían hablado sobre que JiSoo debía disculparse con JooHyun porque su actitud había sido demasiado pesada con la otra, llegando hasta ser grosera. Así que la rubia sólo bufó, se paró frente a la castaña, y la vio.

— JooHyun, creo que ayer fui grosera contigo.

— ¿Tú lo sentiste? Honestamente yo no lo sentí así, sólo fue como una novia celosa. — Sujetó más la mano de la mayor, y las entrelazó. — Pero, ¿sabes? Ustedes no son novias por lo que no te deberías poner celosa de esa forma.

Para JiSoo, las palabras de JooHyun estaban siendo totalmente innecesarias, estúpidas, y sobre todo, inútiles. Sólo apretó su mandíbula, sonrió falsa, y miró a la pelinegra.

— Tenemos taller a primera hora.

— ¿Qué taller te tocó, Lis? — Dijo JooHyun viendo a la pelinegra, que sólo sonrió.

— Taller de arquitectura, a Soo le tocó el de inglés.

— ¡Qué suerte! Yo también me inscribí al de arquitectura. — Mostró su bloc y su regla, haciendo a la mayor mostrarle los mismos objetos con una sonrisa y JiSoo sólo frunció su ceño, pensando que las intenciones de JooHyun eran reales con la pelinegra, y las miró. — ¿Dónde es?

— Yo-

— Creo que JiSoo se inscribió al taller de inglés porque SeulGi sabe el idioma y también está inscrita, así que, por fin tengo una amiga en mi taller. — Se refirió a la castaña y después a la rubia, que sólo torció su boca. — Puede ser tu oportunidad para hablarle y decirle tu gran plan.

— No le contaré que estamos teniendo se- cenas de dietas. — Intentó corregir su error al ver el rostro curioso de la otra, que sólo rió, como si no hubiera entendido. Sólo se despidieron, la menor de mala gana, y Lisa y JooHyun se dirigían al taller con una sonrisa.

— ¿Ce-Cenas? — Dijo copiando el 'tartamudeo' de la otra y rió, carcajeando. — ¿Tienen intimidad?

— ¿Qué eres, Sherlock? — La otra hizo un gesto de quitarse el sombrero y acariciar su bigote, y volteó a verla. — ¿Cómo pensaste eso?

— Sólo hay tres palabras con 'se' que me importan en esta vida, 'sedar, seducir y sexo', así que... ¿Sabes qué decía mi abuelo de los placeres de la vida? — Lisa suspiró al pensar que JiSoo igual cambiaba de temas de esa manera horriblemente fácil, pero sólo la vio, curiosa. — Que todos empiezan con 'c', 'comer, cagar y coger'.

— Sabias palabras de tu abuelo. — La castaña asintió, y volteó a verla una vez que se metieron al salón y escogieron una mesa alejada de las otras.

— Así que... tú y JiSoo son amigas con derechos. — Comenzó a mover sus cejas repetidas veces, haciendo a la pelinegra sonrojar y ver el suelo.

— JiSoo es floja y no le gusta hacer ejercicios, por lo que acordó en que tener sexo conmigo podría ser una opción buena para bajar de peso.

— Qué forma tan saludable, divertida, y sexy para mantenerse en forma. — Dijo, intentando causar una sonrisa en la otra pero su rostro serio sólo la hizo fruncir el ceño. — ¿Por qué no estás feliz?

— Me alegra que JiSoo quiera ser saludable haciendo ejercicios y comiendo bien, pero, no lo busca para ser saludable. — JooHyun la vio. — ¿Te habló de SeulGi?

— Oh, sí, es sexy. — La otra la miró, y JooHyun sólo rió y se le acercó. — Pero no tan sexy como tú.

— Escuchó que SeulGi dijo que si ella bajaba de peso podría salir con ella, y creo que es estúpido, todos tenemos una vista sobre la belleza diferente y está bien, todos tenemos gustos diferentes y qué bueno, pero simplemente no puedes decirle eso a una persona, es irrespetuoso y si realmente estuvieras dispuesta a salir con ella deberías aceptarla como es, no condicionarla.

— Ya se le fue lo sexy. — Dijo, estirándose en la mesa. — Qué idiota es, es como si yo te dijera... que saldría contigo si... no puedo usarte de ejemplo porque eres perfecta, espera... — Lisa sólo rió, carcajeó levemente, y después vio cómo apuntaba a algún chico. — ¿Lo ves? Ese chico se ve lindo con su pelo largo y se ve que le gusta así, pero es como si dijera 'córtate el pelo y puede que salgamos, porque si lo tienes largo pareces gay y no salgo con gays', no se puede condicionar al amor.

— Me entiendes. — Le sonrió, tierna, y la otra asintió. — Pero bueno, Soo realmente está seria con lo de bajar de peso.

— Lamento decirlo pero qué idiota y qué baja autoestima. — Levantó sus manos en cuanto Lisa volvió a verla con el ceño fruncido, pero con un gesto triste.

— Odio este mundo. — Guardaron silencio mientras el profesor explicaba lo que tenían que hacer y después, comenzaron a copiar el plano que estaba en el proyector. — No creo que Soo esté tan rellenita como para que la idiota la condicione de esa manera.

— No sé, no es cómo si yo fuera por la vida viendo los cuerpos diciendo 'gordo, gorda, flaca, esquelético', ¿Sabes? No me fijé en el cuerpo de JiSoo, sólo sé que tiene mejillas muy tiernas.

— Dios, es verdad, ¿si las viste? Podría estrujarlas todo el día, cada día, besarlas, son tan tiernas que... muero cada que la veo. — Mordió sus labios al pensar en la menor, y sonrió, de manera inconsciente, haciendo a JooHyun reír.

— Quisiera conseguir un simp como tú. — Lisa sólo la vio, entrecerrando sus ojos, pero luego rió, negando. — JiSoo te trae enamorada, mujer, confiésate.

— A ella le gusta ya una persona, así que, no aproveché el momento, de hecho, ayer pude haberle confesado que me gustaba. — Borró un trazo que le salió algo chueco, y volteó a verla. — Quisiera tener más coraje.

— Huevos, tienes que tener huevos. — Dijo con la voz ronca y acariciando otro bigote imaginario, y después la vio. — ¿Por qué no lo hiciste?

— Ella, tengo miedo de arruinar la amistad, ¿sabes? prefiero ser su amiga normal a que deje de ser como lo es conmigo.

— Entiendo ese punto.

Y ambas volvieron a sus planos, pero luego se voltearon a ver.

— Creo que lo de los celos está funcionando, aunque no me agrade la idea... si funcionan. — Dijo la pelinegra acercándose levemente más a la castaña, que sólo rió, moviendo su cuerpo, y ella también se acercó más a la otra.

— Lo sé.