El rubio fumaba sentado en el borde de la cama, a su lado tumbados estaban sus dos compañeros de cama dormidos profundamente, Zoro abrazaba a la chica y ella estaba boca arriba, se movió ligeramente y abrió los ojos.
Sanji - Buenos días princesa
Nina- Buenos días...
Se estiró y hizo una mueca de dolor.
Nina- Me habéis dejado destrozada, Dios no sé si podré andar...
La muchacha se acarició el vientre bajando por su cuerpo, llegando a la pelvis y haciendo una mueca.
Sanji - Vaya... Cuanto lo siento... Ha sido muy desconsiderado
El cocinero acarició el muslo de la chica, ella entrelazó sus dedos con los de él y sonrió, una chispa de lujuria pasó por la mente del rubio al rozar con los dedos la partir interna de los muslos de la chica.
Sanji - Quizás esto te alivie...
Poco a poco fue besando las piernas de la chica, ella fue separándolas, suspirando levemente mientras el cocinero acariciaba sus piernas y subía hacia su sexo, solo con verle desnudo a los pies de su cama se notaba húmeda, no iba a perder la oportunidad de repetir todo lo que pudiera lo de la noche anterior.
El rubio se adentró a lamer a la chica, lentamente de manera tortuosa, haciéndola sentir que tenían todo el tiempo del mundo y encendiendo la si cabía, más que la noche anterior.
Nina - Mh... San-ji...
Zoro - mh...
El peliverde abrió los ojos y pestañeó varias veces para enfocar la escena que estaba ocurriendo a su alrededor, él estaba abrazando a la muchacha que había empezado a gemir, notó movimientos a la altura de sus piernas y vió a Sanji bebiendo de ella.
Zoro - Dios... Que estáis en celo?
Aprovechó su abrazo y empezó a masajear los pechos de la castaña y a mordisquear su oreja, lentamente se frotaba con ella, despertando su erección y rozando la con su enorme pene.
Nina - Dios... No sé si voy a poder... Otra vez...
Sanji disfrutaba de la muchacha, la humedad de sus fluidos con su saliva le deleitaba, de reojo miró a su compañero, jamás había tenido tan a la vista la hombría de nadie y la de Zoro era espectacular. Por instinto pasó los dedos por la entrada de la chica, que se estremeció un poco de dolor, decidió seguir preparándola con su lengua de manera más gentil, y aprovechó la humedad de sus dedos para rodear el miembro de su compañero.
Zoro - Ah... Maldito Ero-cook, que...
El peliverde gimió cuando el rubió empezó su vaivén acariciándole, mientras tanto apretaba los pezones de Nina que boqueaba para tener aire entre los gemidos, Sanji por si parte se sentía poderoso haciendo gemir a la vez esos dos cuerpos tan perfectos y sensuales.
Sanji - Vaya... Que entretenido...
Se relamió aún notando los fluidos de Nina en sus mejillas y sin pensarlo mucho se llevó el miembro de Zoro a la boca, haciendo salir un gemido sordo del más joven, que no se esperaba esa acción del rubio.
Zoro - oh... Joder
Zoro notaba la torpeza del rubio al ser la primera vez que hacía una labor así, pero a la vez lo hacía más rudo que cualquier mujer y eso le estaba volviendo loco, por un momento incluso se olvidó de la escultural dama que reclamaba su atención.
Nina - Oye... No os olvidéis de mi...
La muchacha se había puesto de rodillas sobre el colchón, Zoro la miró y sonriendo entre jadeos tiró de ella, haciendo que se sentara a horcajadas sobre su cara.
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One Shot One Piece x Lectora
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