Tengo presente el que no me necesitas y creo que estoy bien con eso, pero hay veces que me confundes: me das alas y me las arrancas con tus desviadas miradas, con tus afilados ojos que me hipnotizan para dejarme en la negrura de la incertidumbre, con tus palabras que se tranforman en cuchillos y apuñalan a mi mente con las interrogantes del saber si podré algún día llegar a no amarte como ahora.
Contigo mi imaginación vuela en la tristeza y no puede evitar el querer recordarte; sin querer llevar tu recuerdo a un rincón de mi corazón y amarlo con el alma, hablarle de lo que me gustaría que fueramos, decirle lo que siento plasmado en palabras con dulzura, comentarle de mis ganas de enarmorar a su mente con escritos salidos desde el fondo de mis pensamientos guardados.
Pero luego de todas esas sensaciones buenas, llega la incertidumbre seguida de la inseguridad, las que me hablan distorsionadas sobre lo que pasará si sigo a mi felicidad, para que ellas llamen a la rabia controlada por la tristeza que sólo siguen al diferido amor que siento por ti.
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El Romanticismo de un Corazón roto
RandomAlgunos cortos escritos hechos desde el alma, una manera de desahogarse.
