Te di todo

91 6 1
                                    

Te otorgué lo más puro de mi corazón sin miramientos, con el sentido más inocente. Te quise tanto que llegue a sólo pensar en ti y tu felicidad. Pasé por encima de mis sentimientos sin pensar en un futuro, dejando que me envolvieras lentamente en tu voz, haciendo que el abismo no diera miedo si caía contigo.

Me entregué, como nunca antes, por primera vez, para siempre. Nunca pensé en el qué dirán ni en lo que pasaría, sólo me enfoqué en tu persona.

Sigo intentando mentirme, pensar que nunca cedí tan fácilmente un pedazo de mi corazón, de mi alma, de mi yo interior: ese que nadie logró ver aparte de ti.

No quiero pensar que mi amor es un desperdicio. Siento que a pesar de que nunca le correspondan, él seguirá blanco y casto como si todavía no tuviera grietas y pedazos a su alrededor: como si no estuviera roto.

Intenté con todas mis fuerzas , tratar de demostrar aquel amor incondicional que te tenía por medio de cosas pequeñas. Tal vez necesitabas algo más que eso, tal vez requerías algo más ostentoso que un gesto sutil o una sonrisa sincera.

Sin mentiras, te obsequié aquello que mantenía dentro mío, para que en una de esas, te gustara y pensaras de él como algo precioso...

Te di todo lo que había en mi interior sin perjuicios, con el querer más honesto que puedas imaginar.

El Romanticismo de un Corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora