El Romanticismo de un Corazón roto

Háblame por piedad

Me duele el respirar, el cómo me aferro al recuerdo sobre todo si te incluye y me dejo caer en la soledad.

Las risas ajenas me inundan y las ganas de llorar me azotan; en el fondo sé que no puedo porque se me ha quedado vacía el alma, todas las lágrimas las gasté en mi almohada, pensando en ti...

Me entristece el ser tu ignorancia hacia la agonía que me inunda cuando ni te acuerdas de mí, cuando no te interesa la mirada desesperada que te regalo en un intento para no morir de amor.

Quiero que me consuele tu persona aunque para ti sea una carga, aunque parezca masoquista, quiero que me alivies con mentiras, quiero que me des abrazos de consuelos por pena, que me reconfortes con palabras hechas de polvo...

No te alejes, llena el vacío que tú has creado, intenta fingir que te intereso para, por lo menos, no morir en el abismo de la incertidumbre.

Arranca mis alas lo más rápido que puedas, no me dejes creer suposiciones de mi mente, abre mis ojos a la fuerza o por último tira y rompe en pedazos esta ilusión de una buena vez...

...Pero no me ignores, por favor.