El aire que entra por mi ventana se mueve sutil por mi alrededor, envolviendo mi ser en sus fríos brazos, fríos como tu antes solías decirme que eras: yo por supuesto no te creí y en parte sigo no haciéndolo pero tienes toda la razón, ahora me doy cuenta del por qué.
Tus palabras apuñalan mi mente desgarrando los pedazos de aquellos recuerdos los cuales me hacían sonreír, hacen sangrar las heridas que tu partida dejó.
-Es inútil...- me habla mi conciencia y acuerdo con ella, porque lo es, todos me lo dicen y no sé que es lo que me frena.
-Ni te toma en cuenta...- dice mi resentimiento enojado por tu forma de termimar nuestra amistad.
-Es imposible además...- la voz de la razón interfiere y lo único que sale de mí es un silencio que acepta todo lo que se me acusa.
-Pero hay una pequeña posibilidad de que te quiera...- mi enamorado corazón no pierde las esperanza y como soy débil sonrió cayendo en la inconsciencia soñando si tal vez me amaras...
ESTÁS LEYENDO
El Romanticismo de un Corazón roto
De TodoAlgunos cortos escritos hechos desde el alma, una manera de desahogarse.