Wanda es el tipo de novia que te levantaría por la madrugada para que la acompañaras a la cocina, ya que se le a dado un antojo o tiene hambre..
-Psst!, psst!, Majo, despierta - Oíste como alguien te susurraba y movía ligeramente.
-Mmmgh..- Fue lo único que respondiste.
-..Majo, vamos, levántate - Eso hizo que lograras abrir tus ojos aún adormilados y voltearas a ver a la chica.
-..Wanda?, que sucede?, estás bien?..te llegó la regla? - Preguntaste mientras te recargabas sobre tus hombros.
-No!, yo, necesito que me acompañes a la cocina..tengo miedo - Respondió a la vez que jugaba con sus dedos.
-Ahh, eso..- Hechaste tu cuello hacia atrás y volviste a mirarla-..a qué quieres ir a la cocina? -
-Tengo hambre - Dijo haciendo una mueca.
-Oh, sí, sí, perdón, olvídalo..ya vamos entonces - Te levantaste con un poco de pereza y te pusiste tus pantuflas, para después, estirarte y bostezar en lo que abrías la puerta.
-..Gracias, eres la mejor, te amo - Dijo Wanda mientras te daba un beso en tu mejilla y ambas salían de la habitación tomadas de la mano.
-Yo también, mi brujita comelona - Ambas soltaron una pequeña risita.
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