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Advertencia: Ninguna
Wanda es el tipo de novia que se ilusionaría y brincaría de alegría al abrir sus regalos de navidad.
-Amor!, Chicos!, Ya es hora de abrir los regalos! - Gritaste tomando asiento y comodidad en uno de los sillones del living.
Todos los demás vengadores que se habían quedado en la torre para celebrar juntos las fiestas llegaron disparados para hacer la dichosa acción.
-SIII!, LOS REGALOS! - Gritó Wanda más que emocionada y tomó su lugar al lado del millonario.
-Bien, comencemos! -
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-Y, estas son para Wanda - Steve le entregó unas cuatro cajas a la mencionada, la cuál en su cara tenía más que felicidad.
-Esperen, este...es un regalo que compré aparte de las fiestas, es para ti, Wanda...-
Todos en la sala soltaron un pequeño "awwww", sin duda eran la mejor pareja de la torre y querida por todos.
-_____, no debiste - Dijo una Wanda sonrojada por el acto de su novia.
-Pero lo hice, ahora, sin rodeos, ten, ábrelo - Le pásate una pequeña cajita a tu novia y esta al tomarla no dudó en abrirla, cosa qué, cuando sucedió, había quedado como si acabara de ver a un mismísimo fantasma.
-Wanda, estás bien? - El millonario preguntó y sacudió a la chica, que al parecer estaba en shock.
-AHHHHHHH! - El grito que soltó la sockoviana hizo que todos en la sala taparan sus oídos.
-Por el amor de Díos, Wanda, no vuelvas a hacer eso - Regañó el soldado que se encontraba aún aturdido.
-ME ENCANTA!, TE AMO, TE AMO, ERES LO MEJOR! - Rápidamente Wanda brincó a tus brazos y te llenó la cara de besos - Amo las mariposas con todo mi alma, muchas gracias, de verdad - Volteó a ver a los demás - También a ustedes chicos, los amo, son mi familia - Dijo con mucho cariño la chica.
-Basta, Wanda, me harás llorar - Dramatizó el arquero haciendo que todos soltaran una pequeña risa.
-Me la pones?, Por favor - Pidió la sockoviana y acto seguido, te levantaste con ella para ubicar en su cuello el delicado collar de oro con forma de mariposa.
Una vez puesto el collar, se miraron cara a cara y se dieron un tierno y cálido beso.
-Vivan las novias!, UHHHHHH! - Gritó Sam ya ebrio tirado en una esquina de la sala y con una botella de vino en mano.
Todos los presentes volvieron a reír disfrutando el momento.
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