◇CP:10: ¿me arrepiento o quizás no?.

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P.O.V KEISY.

Sentí su tacto.

Su mano estaba sobre la mía.

Es un gesto vacío. Seguramente a el no le interesa, pero me quedé helada, intacta. Sus ojos cafés me atacaron en segundos.


-shh, isy.- murmuro.

No dije nada. No había nada que responder a su llamado de silencio.

Quitó su mano lentamente de la mía, dejándome moverla. -vete, si quieres irte puedes hacerlo. - respondió con voz ronca.

La seguridad en su voz me hacía dudar. Intenté mantener mi versión sería, mientras las manos me temblaban. -¿no piensas hablar, niña.? - dijo al notar que quizás no me atrevía a contestar.

-¿Este es alguno de tus jueguitos, acaso?.. - murmure rondando los ojos. La molestia me subió hasta la cabeza. Maldita ironía.

Rie -oh pequeña. Todo en mi son juegos, ¿Que te impresiona?. -cuestiona el, pero no se aparta. seguimos compartiendo la poca distancia que hay entre ambos, casi rozando nuestros labios. Casi uniendo miradas.

Voltee hacia mi izquierda. Ese bastardo no merecía ni una sola vista.

-ok isy. Te lo dejaré así. No hables si no quieres, pero vete si lo deseas - lanzó brusco. Sin importarle.

Salir de allí paso por mi mente. Largarme y mandarlo a la mierda también. Ya se había burlado demasiado , ya se había excedido en sarcasmo. Inútil y mil veces inutil.

Pero al parecer mi cuerpo no coordinaba.

-no era tu amiga. - solté de repente. Con el odio acumulado de verlo con aquella. Me cegue y perdí. Solo a los segundos caí en cuenta de la realidad.

-no, no lo era y tu...tampoco - me señala y continúa con sus risitas. - no puedes ir por el mundo, creyéndole las cosas a la gente, pequeña- menciono entre pequeñas risitas

Emtrecerre los ojos. El quería guerra, quería ver el mundo arder. Se creía el maldito rey de el mundo y todos debían hacer lo que el quisiera. Claro, todos menos yo.


Me levante de la silla, mirándolo retante.

-¿pues sabes que? Me voy - declaró y me levanto para irme de allí.

Si claro.

Siento una presión en el brazo. Sus ojos viajan rápido hacia mi, me condena en segundos lanzandome nuevamente a la silla. Su boca va a parar de manera rápida a mi cuello.

dios.

parpadeo sin creer lo que está haciendo. Subo una mano temblorosa para apartarlo, pero es en vano. No pude hacerlo, las ganas atentaron contra mi y ¿Que? Ganaron.

Subió y bajo por mi cuello sin control. Lamió y mordio un poco con morbo, con deseo.


-Michael - murmuró sería, fingiendo que eso no me causaba nada.

Se separo unos centímetros. Apretó mi cuello con una mano y elevo sus ojos cafés hacia mi, mirándome - ¿que? ¿Quieres irte, acaso? - cuestiona, apretando su mano contra mi cuello.

Me faltó el aire. Jadee un poco y el río. Soltó su agarre en mi y se relamio los labios, retandome.

-no se.. Pero.. - tosi un poco, entre nervios.

El ríe otra vez. Como si lo que digo fuera un chiste. - me destinare a responder por ti- dice. Se acerca a mi y sonríe - y no, no quieres irte - habla seguro, señalandome con un dedo.

•Tus Ojos, son mi Droga•© [✅] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora