◇CP:15: contraste

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P. O. V KEISY

Voltee unos segundos a mirar el reloj de la sala. Este marcaba un poco más de las 2:00am, haciéndome suspirar en estrés. El cielo se torno oscuro. La lluvia se estrellaba contra la ventana, provocando un sonido relajante, escaso, Agobiante. En realidad no lo sé.

Aun estoy despierta. Suelo quedarme hasta altas horas escribiendo estupideces en mi libreta o escuchando música con mis audífonos. No sé si era el viento de la madrugada o que a estás horas mis pensamientos se volvían mas claros. Pero era perfecto, sumamente perfecto.

¿Me dañaba o arreglaba? Supongo que era un don y una maldición. Pero no importaba, al escribir era el único momento donde podía ser yo. Dónde no importaba si caía en la realidad, de alguna manera lograba aceptarla.

-claro- no sé si es ironía. Pero logro murmurar aquello, al mismo tiempo que la puerta de la entrada resuena a toques.

no están tocando. Están golpeando la puerta, con urgencia y rabia. No me inmutó, mi libreta va a parar a un lado, mientras me levanto de mi silla, los golpes sezan unos segundos. Pero es en vano, estos continúan.

¿Que mierda? Me armo de valor. Corro hacia la cocina y me pongo a tirar las gavetas de esta, en busca de algún cuchillo. Pero es inútil, mis manos tiemblan y no encuentro alguno a leve vista. Las tijeras colgadas en la esquina me hacen ojos, no tengo de otra.

Las tomó. Supuestamente “armada" me acerco lento a la puerta, Aprieto las tijeras entre las manos y procedo a tomar la manija de la puerta.

La doblo y abro. Levantó las tijeras frente a quien sea, mostrandolas dominante.

-¡Tengo unas tijeras! ¡Atrás!.

Grito como enferma mental, apretando los ojos con fuerza.

-¿Unas tijeras? ¿No pudiste encontrar algo más peligroso?- se burló.

Baje las tijeras. Observé el suelo. La necesidad de reír se hizo presente. Terminé haciéndolo irónicamente al reconocer su voz, que jodido.

Maldición. Es el, a las 2 de la mañana, golpeando mi puerta como un maldito asesino.

-estas empezando a asustarme, ¿sabes? No es normal que llegues a una casa a esta ho.. -elevo la cabeza para mirarlo. Mi voz se greno de golpe al chocar sus ojos con los míos.

Está completamente mojado. Los moretones están dispersos por su cara, llenandola de colores morados y rojizos. Hay sangre en su nariz, que puede verse reciente.

-¿puedo pasar?- pregunta serio, como si no hubiera nada realmente importante que ver en el.

-que..¿Que mierda te paso?- alce un poco la voz e inmediatamente me tape la boca. Intenté no armar un es escándalo.

-callate, no hagas ruido, ¿me dejas pasar? - vuelve a decir, insistente.

No se que responder. ¿No le pasó nada? Parece un saco de boxeo, la cara le debe arder como un infierno, pero el se atiene a decir "nada" seguro se ganó esos golpes, seguro perdió una estúpida pelea.

Suspiré. Termine echándome a un lado, dejando que entrara, lo hizo. Cerré la puerta a mis espaldas, para luego voltear a verlo.

El me observa sin decir nada, Pero insisto. Espero aún que responda mi pregunta, no voy a olvidarlo.

-¿que te paso?

-nada.

-¿Nada? Parece que estas muriendo.

•Tus Ojos, son mi Droga•© [✅] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora