Prólogo

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A veces las historias de amor son un tanto peculiares y este es el caso de Park Jimin y Min Yoongi dos polos totalmente opuestos, literalmente muy opuestos, por un lado, está Park Jimin un humano común y corriente amante de los videojuegos, el algodón de azúcar y el baile. En una fiesta en dónde bebió hasta caer muerto conoció a Min Yoongi un apuesto y misterioso chico el cual estaba en busca de un alma a la cual atormentar, pero quien diría que él atormentando sería él.

El temible demonio tuvo que salir del bar luego de ser perseguido por un borracho chico el cual le hacía sonidos como si llamara a un gato, eso aterró al demonio porque pese a que lo asustó de la peor manera el chico de cabellos naranjas lo seguía llamando. Yoongi al no poder escapar ya del chico, decidió que lo castigaría, llevándoselo en cuerpo y en alma, pero terminó en la casa del humano, escuchándolo llorar por otro humano ordinario y corriente.

—¿Puedes llevártelo al infierno? —preguntó el borracho chico, el cual no soltaba el brazo del de cabello menta.

—Si quieres que lo haga debes de darme algo a cambio, niño. —sonrió con maldad. —no te olvides que hablas con el príncipe del infierno.

El pálido cerró los ojos al sentir un fuerte golpe en su cabeza ¿Acaso ese humano se atrevió a golpearlo? El de cabellos naranjas se puso a llorar con más fuerza, ni siquiera el demonio lo quería ayudar, era tan injusta su vida. Yoongi atrajo al chico y le acarició la espalda para tratar de consolarlo, él ni siquiera sabía lo que estaba haciendo, podía llevárselo al infierno y torturarlo por la eternidad.

—Bien, le daré un susto que hará que ya no te moleste más. —susurro. —solo deja de llorar.

—Gracias, señor demonio. —dijo Jimin.

—Pero el pago quiero un beso tuyo humano. —lo tomo de las mejillas. —es un precio que no le doy a nadie.

El de cabellos naranjas asintió y cuando sus labios iban a tocar los del demonio, Jimin bajó la cabeza y le vomitó toda la ropa al demonio, el cual se quedó en blanco por todo lo que había sucedido esa noche.

—Perdón. —dijo mareado el humano. —en serio quería ir al baño.

Primero el chico lo acosa y lo llama como si fuera un gato, segundo lo lleva a su casa y pide castigar a otro humano por molestarlo además de darle un golpe y cuando estaban por cerrar ese trato, le vomito la ropa, definitivamente ese humano era todo un caso, uno peculiar y curioso que extrañamente quería conocer.

Sweet Demon [Y.M] [#1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora