Padfoot y su maestro de pociones

7.- Un resfriado, una cámara y una maldición

Padfoot gimió y estornudó y miró a Severus que tenía un frasco de pociones en sus manos. Canuto tenía un resfriado, y un perro con un resfriado es realmente un espectáculo muy triste. Severus se acercó al perro, abrió su gran boca y metió la mano con el frasco entre las grandes mandíbulas y vertió la poción en la garganta del perro. Padfoot no tuvo más remedio que tragar la poción hecha solo para él y casi se ahoga, pero Severus agarró otro frasco de poción para reducir la fiebre hecha para perros y se lo vertió y luego otro calmante para el estómago. No había terminado, no, no lo había hecho, tomó una botella más pequeña con un gotero y levantó el hocico de Padfoot y dejó caer varias gotas de algún tipo de poción en su nariz. Luego colocó una gran cama para perros llena de plumas junto a su escritorio,

– Deberías haberme hecho saber que estabas enfermo, y de nuevo eres un perro – Severus reprendió al perro que se estaba poniendo somnoliento, – ¿tonto chucho, cogiste un resfriado y todavía querías ir a la cámara? –

No sabía que podía hacer tanto frío, ahora estoy caliente, gracias jefe. Pensó Padfoot.

– Entonces de nuevo deseabas ver a Harry, Potter aunque esa cámara estaba fría – Dijo Severus. – Merlín, ese chico mató a un basilisco de sesenta pies de largo, liberó a un elfo doméstico con el que ahora se ha unido correctamente y, debo agregar, me alegró el día –

¿Cómo te alegró el día? Pensó Padfoot.

– Conseguir uno sobre Lucius siempre es divertido – Severus dijo: – Me pregunto si puedo atar a ese mocoso para mantenerlo a salvo –

Padfoot estaba casi de acuerdo con Severus, ver a la gran serpiente todavía entera y sin descomponerse debido a toda la magia que contenía era aterrador. Había mirado desde la serpiente masiva hasta el adolescente escuálido (que tenía la misma altura y constitución que su padre a esta edad) que parecía más nerd que héroe que podía sacar una serpiente masiva. Harry, con el permiso del director, había llevado al profesor Snape a la cámara. Tenía que contar toda la historia de la derrota de la serpiente e incluyó la liberación de Dobby. Severus le había dado una lección sobre elfos domésticos y Harry ahora tenía a Dobby y Winky (que había perdido a toda su familia) como sus elfos domésticos. Les pidió que confeccionaran y usaran uniformes, túnicas suaves y pantalones hechos con una manta marrón, zapatos de cuero suave y sobre todo eso hechos con fundas de almohada ceñidas con cinturones de cuero suave y cozies de té como sombreros.

Padfoot levantó la cabeza al escuchar pasos que se acercaban a la puerta de la oficina, su cola comenzó a menear pero no se levantó ya que finalmente estaba caliente y sintiéndose mejor bajo la cálida manta. ¿A quién le importaba si era verde con una serpiente plateada? Era cálido, feliz y bien cuidado, incluso con Severus sabiendo quién era, todavía lo trataba muy bien. Vio como Harry entraba a la oficina y caminaba hacia donde estaba Padfoot y acariciaba la cabeza del perro. Harry olfateó y caminó para sentarse en una silla sentado derecho y esperando a que Severus le hablara. Vio como Severus caminaba hacia su armario de pociones, sacaba un frasco y se acercaba a él y se lo empujaba al adolescente. Harry lo miró fijamente a él y al frasco, ¿qué estaba haciendo Severus? Padfoot sabía lo que era, una poción pimentonica y Harry la necesitaba ya que claramente estaba resfriado.

– No necesito escuchar tus sollozos – Dijo Severus.

– Estoy bien señor, es solo un resfriado – Respondió Harry.

– Por favor, no me hagas tener que dosificarte como hago con Padfoot – Severus dijo haciendo que Harry tomara el frasco y bebiera la poción. – Ahí está, mucho mejor –

– Gracias Señor – Harry dijo. – Mis elfos y los goblins casi terminan con el cuerpo, como se acordó, obtendrás el diez por ciento, los goblins quieren cinco y, por supuesto, Ginny y Ron obtendrán el diez por ciento cada uno, eso me deja con el sesenta y cinco por ciento –