– ¡Fui la mejor en la escuela! Todos me felicitaron por salir sobresaliente. – Digo entusiasmada mientras subía al carro de mi papá cuando me buscó de la escuela.
– ¡Que bueno Ety! Estoy muy orgulloso de ti. – Me regala una cálida sonrisa. – ¿Qué te parece si para celebrar te llevo al cine?
– ¡Si! Muy buena idea. – Respondo contenta.
– Excelente. Le avisaré a tu mamá para que se aliste y vayamos juntos. – Asiento en respuesta.El clima era agradable y soleado, fui una de las mejores estudiantes de mi escuela y además, pasaré este día con mis padres, ¡y nada mejor que en el cine!
Que día tan perfecto.
Pasamos buscando a mamá y emprendimos camino hacia el cine. Mientras tanto, les iba contando a los dos todo lo que hice en la escuela y demás. Mamá sonreía aún más con cada anécdota que yo contaba y papá reía por mi imitación sobre la directora.
Llegamos al cine y nos acercamos a la fila de la taquilla para comprar los boletos de una película que recién había salido hace dos días y que yo ansiaba por ver.
Mientras esperaba con ellos, miraba a mí alrededor y observaba a las personas sonrientes con sus cajas de palomitas de maíz, a otros conversando sobre alguna película que recién habían visto y los demás de ese grupo quejándose molestos por haber escuchado un spoiler del final. Sin embargo, a lo lejos había un perro, me llamó la atención ya que se veía asustado y perdido, “quizás no encuentra a su dueño”, pensé. Seguidamente, les aviso a mis padres hacia donde me dirigía y me acerco a aquel canino. Era de tamaño mediano, el color de su pelaje era alguna especie de blanco con gris, aunque el color blanco predominaba aún más en él. Sus asustadizos ojos color café me observaban con miedo.
Por lo tanto, extiendo mi mano para acariciarlo y calmarlo, pero inmediatamente sale corriendo hacia otro lado, lo perseguí con la mirada hasta que lo pierdo de vista. Esperé un rato más para ver si volvía, pero no lo hizo. Así que me doy por vencida y decido regresar con mis padres.
Pero ya no estaban.
Comencé a correr por todo el lugar, mientras los buscaba. Era extraño, ¿A dónde podrían ir sin haberme llamado? No creo que me vayan a dejar sola aquí.
– ¡Mamá! ¡Papá¡ ¿Dónde están? – Gritaba, pero no había señales de ellos.
Decido quedarme en el mismo lugar en el que estaba aquel perro, “quizás vuelvan por mí y me encuentren más rápido”, Pensé. El día se tornó nubloso, y pequeñas gotas de agua comenzaban a caer.
Tenía miedo, estaba sola. En ese momento me reflejé en aquel perro, asustado, perdido, confundido, sin saber qué rumbo tomar. Con que así se sentía ¿no?.
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La verdad en tus mentiras
Teen FictionEs cierto que muchos prefieren la verdad antes que una mentira. Aunque siempre perdurará la mentira, ya que a veces esta dolerá menos que decir la verdad. Ethel es una chica quien tratará de buscar respuestas a preguntas sobre su pasado las cuales h...