La verdad

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Día 6: Breakup (Ruptura).

Los diferentes consejos que había recibido en los últimos días continuaban dando vueltas por su cabeza, y era tan fácil poder reconocer aquellos que resultaban más viables para que él hiciera, siendo estos los que menos compromiso o cambio en su forma de actuar o pensar involucrara. Pero no podría continuar en el mismo bucle de siempre. Era cansado. Ya estaba cansado.

Miraba ansioso las palabras "Tenemos que hablar" que aún no le enviaba a Víktor. Su pierna se movía de arriba abajo como intentando seguir el ritmo en el que su corazón golpeaba contra su pecho.

—Tranquilo, hombre. —Al parecer Ryan se dio cuenta del estado en el que estaba, si es que un Horacio dándole vueltas a su celular con una mano mientras que en la otra se mordía distraídamente las uñas no fuera suficiente—. Víktor vendrá pronto, no tienes que mortificarte mandándole un mensaje si es que vas a poder hablar con él cuando venga. —Intentó tranquilizarlo.

Horacio lo pensó, teniendo de nuevo un momento a solas cuando Ryan tuvo que alejarse para contestar una llamada entrante. Probablemente tenía razón, sólo estaba complicando las cosas más de lo necesario. Tampoco es como si tuvieran demasiado trabajo, siendo una empresa aun comenzando a ganar renombre, así que era muy posible que contaran con tiempo para poder resolver las cosas entre ellos mientras dejaban a Ryan y Eyvor encargándose durante un rato de todo.

Víktor, Ryan, Eyvor y Horacio trabajaban en una pequeña organización encargada de atender situaciones paranormales. Llevaban casi un año resolviendo casos en el estado de San Andreas y aledaños, y afortunadamente no se habían encontrado con algún caso muy difícil de resolver, siendo lo más común las purificaciones de hogares, o el deshacerse de demonios menores que habían sido llamados como travesura por adolescentes jugando con rituales que no entendían en los sótanos de las casas de sus padres.

Suspiró sintiéndose un poco más aliviado en comparación a minutos atrás y con cierta alegría eliminó el mensaje que había tenido intención de enviar, habiendo tomado la decisión: ya habría tiempo para eso.

—Priviet. —Se escuchó al hombre que inundaba sus pensamientos llegar a la oficina, y Horacio lo vio acomodar sus cosas donde acostumbraba, manteniéndose sentado en su escritorio, fingiendo terminar el reporte del último caso al que había acudido.

—Buenos días. —Contestó el de cresta—. ¿Todo bien hoy?

—Mhm. Sólo había más tráfico que de costumbre al norte, por eso llegué un poco retrasado.

—Buen día, Volkov. —Irrumpió Ryan, interponiéndose en el espacio entre los escritorios de ambos—. Qué bueno que llegaste. Eyvor acaba de llamarme y me dijo que tiene un caso para nosotros por el norte. Debemos apresurarnos. Él nos ve allá, va a intentar retenerlo lo más que pueda mientras llegamos.

—¿De qué se trata esta vez? —Preguntó el mayor de los tres mientras todos se preparaban con rapidez para tomar rumbo al lugar.

—Posesión. No estoy seguro, pero al parecer es un niño que ha acumulado tanta ira que incluso ha afectado a toda la casa. Los padres y su hermana mayor apenas lograron escapar.

Tomaron entonces los elementos típicamente necesarios para los casos de posesión, Horacio encargándose del talismán que utilizarían para ponerle al niño una vez hubieran terminado el proceso, realizando los rezos correspondientes para sellar el conjuro de purificación.

Una vez llegaron a la ubicación dada, se encontraron con una típica casa de vecindario envuelta por un aura roja. El ambiente se sentía pesado, proveniente del lugar donde se acumulaba toda la energía negativa. Eyvor al observarlos llegar se acercó apresuradamente.

Angstruary - VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora