Angstruary - Volkacio

Bullying ⚠️

★Día 11: Bullying (Acoso escolar).

—¿Ya vieron al chico nuevo? —Preguntó Gustabo al llegar a tomar asiento entre Jack y Víktor durante el descanso, habiéndose perdido el primer bloque de clases.

—¿El tal Horacio? —Preguntó el mayor d ellos tres.

—Ese mismo.

—Lo presentaron en la primera clase, que obviamente te perdiste por llegar tarde. —Explicó Jack.

—¿Y qué les pareció?

Víktor, a pesar de mantener su mirada en el libro entre sus manos, continuaba prestando atención a la conversación. Ante aquella pregunta la imagen del chico nuevo presentándose de forma tan animada llegó a su cabeza.

Le había parecido interesante el hecho de que decidiera no seguir las normas de vestimenta incluso en su primer día llevando adornos coloridos en el cabello, al igual que muchos anillos de plástico en sus dedos. El profesor le había pedido que se los quitara, pero en cuanto el primer bloque de clases finalizó, volvió a colocárselos de forma meticulosa, ayudándose de un espejo de mano para ello.

—Podría considerarse como alguien que quiere llamar la atención. —Mencionó.

—¿Llamar la atención? Es un raro total. Esos jodidos broches y anillos... Las chicas son quienes deberían usar eso. —Se quejó Jack—. Pero espera. ¿Cómo sabes que llegó un alumno nuevo si no estuviste en la clase?

—A eso iba. Ayer fue a mi casa, resulta que su padre fue transferido a la ciudad, y como se lleva bien con el mío, le recomendó inscribirlo a esta preparatoria.

Mientras hablaban, Víktor había apartado de forma disimulada su mirada del libro que sostenía, observando el patio de la escuela, y visualizando a lo lejos al chico del que hablaban. Se encontraba hablando con Greco, a quien habían asignado para enseñarle las instalaciones.

—Lucía aún más imbécil como vestía ayer. —Comentó Gustabo con un tono de asco notable en su hablar.

—Por suerte el uniforme es reglamentario, seguramente traería alguna estúpida faldita si pudiera.

El ruso dirigió su vista hacia un costado, observando a sus amigos mantener una atenta vigilancia en el alumno nuevo. Notó el momento exacto en el que el menor del grupo tuvo la idea.

—Olvidémonos de los mexicanos de mierda.

—¿A qué te refieres? —Preguntó Víktor, dando vuelta a la página del libro. Probablemente sus amigos no se habían dado cuenta de que realmente no estaba leyendo, pero debía continuar.

—Seguro será más divertido meternos con este tío. Los mexicanos ya se estaban volviendo aburridos de todas formas.

—Definitivamente estoy dentro. De seguro la cara que ponga al rogar que le devolvamos sus tan preciados accesorios será la hostia. —Apoyó Jack la idea, tronando sus puños quizá de manera inconsciente.

Víktor no mencionó palabra alguna. Realmente no entendía las razones para meterse con otras personas cuando nadie les había hecho algo para merecerlo, pero tampoco se atrevía a contrariar a sus amigos, sabiendo que a ninguno de los dos les gustaba que se negaran a sus ideas.

Fue casi una semana después cuando todo comenzó. Jack y Gustabo habían dicho que primero debían observar sus hábitos para trazar un buen plan. Víktor había sido el designado a estar atento a lo que hacía, ya que Gustabo había dicho que de todas formas siempre estaba callado y sin hacer nada interesante, así que había acatado su orden.

Ahora sabían que Horacio a pesar de mostrarse muy amigable no había entablado un amistad con alguien por el momento, aunque en clase solía juntarse con Greco para las actividades en equipo.