Nuevas noticias.✒️
La calma del campo y sus amplios alrededores en el palacio deleitan tu vista, el aire que sopla con calma hace que las telas de tu vestido ondeando, acariciando tus mejillas, al igual que tus expresiones las cuales estarían en calma ayudando a que despegues tus ideas, luego de un desayuno acompañado de noticias bastantes abrumadoras.
Tus manos se posan con elegancia una sobre la otra en tu abdomen, caminas con total serenidad por el pastizal recién cortado, observas como pasan corriendo a tus lados tus damas de compañía las cuales se miran risueñas, jalando y tirando entre ellas de sus brazos cayendo algunas al suelo como si fueran niñas pequeñas. Corriendo por doquier se topan con los guardias que pasan verificando el área, quedarías por varios pasos atrás observando como entre pequeños empujones y sonrisas coquetas Jirō empuja por el hombro a Tsuyu para que se anime a hablarle a uno de ellos. Por otro lado recuerdas cierta conversación pendiente al levantarte de tu cama a lo que levantas un poco la voz.— Uraraka, ven aquí por favor. — Tu voz se escucharía clara y levemente autoritaria llegando a los oídos de tus damas las cuales voltean por encima de sus hombros, permitiendo que la peli castaña se acercara con prisas tornando una sonrisa en su rostro.
— A sus órdenes su majestad. — Dando una reverencia tomando su faldon por ambos lados con sus manos, Ura te mira a los ojos con respeto y dándose cuenta rápidamente del porque estaba allí.
— Si no mal recuerdo tenemos una conversación pendiente, ¿no es así? — Dices con una sonrisa de boca cerrada mirando a la levemente ruborizada jovencita.
— S-Si. — A Uraraka se le marcaría aún más el rubor en sus mejillas intentando tomar fuerzas para hablar.
— Caminemos. — Continuas al asentir, caminas de manera lenta y sumamente elegante, observando a la tímida chica que te sigue por el lado derecho.
— B-Bueno hay... Una cosa que... — Juguetea con sus manos por debajo de su abdomen chocando sus dedos entre sí, mirando a todos lados menos a ti. — Amh... —
— Dilo sin miedo. — Ríes con ternura cubriendo con los dedos de tu mano izquierda con intensión de que tu acompañante no se ofenda.
— Hay cierta situación que no se puede llevar a cabo sin su permiso alteza. — Responde con un tono de voz bajo y levantando sus iris para mirarte.
— ¿Que situación? — Frunces el ceño extrañada ya que toda situación delicada debe pasar primero por ti para ser resuelto.
— N-Ninguna de sus damas puede... Concebir matrimonio sin permiso de la reina. — Contesta está vez invadiendole los nervios en todo su cuerpo llegando a temblar y agachándose con sumisión entre sus hombros.
Tus ojos se abren enormemente al escuchar la palabra matrimonio, tu asombro se iluminó en todo tu rostro y tu sonrisa de emoción llena hasta tu corazón al voltear tu mirada hacia ella.
— ¿Matrimonio?, ¿Cómo?, ¿Cuando?, ¿Dónde?. — Empiezas a preguntar con prisas debido a tu emoción pareciendo una niña pequeña. — No espera... ¿Con quién?. —
— A-Ah... — Tu emoción es contagiada hacia ella por lo que sus ojos avellana empiezan a iluminarse. — Con Izuku Midoriya su majestad. —
— ¡IZUKU! — Levantas la voz dándote cuenta que tu actitud no va acorde de una reina por lo cual colocas la yema de tus dedos sobre tus labios, exhalas ligeramente y cierras los ojos. — Lo lamento, la emoción del momento. —
Al escucharte levantar la voz, Mina, Jirō, Tsuyu y Momo voltean boquiabiertas al saber que Uraraka tuvo la valentía de decirte que ella tiene el deseo de casarse; por lo que entre gritos de emoción todas corren hacia ustedes dos, Mina al ser un poco más rápida llega a derribar con un poco de fuerza a Uraraka la cual cae al suelo con ella. Todas felicitan a la tímida jovencita entre abrazos y besos ya que el tema se llevaba conversando entre las damas desde hace semanas.
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Tu forma tan jodida de ser. {Bakugō x Lectora} (+18)
ФанфикUna gobernante dotada de belleza e inteligencia posee un corazón frío y solitario, su mayor prioridad son los habitantes de su reino el cual está apartado de los demás. Con la llegada de la presión por matrimonio, deseos de codicia por su corona y d...