Corazón de Hielo {8}

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🌺Noticias.

El cielo matutino.
Al otro lado de donde te encuentras cabalgando y disfrutando del extenso prado fuera de las rutinarias dónde haz memorizado meticulosamente cada detalle de las paredes al diariamente pasar por el mismo espacio.
En los alrededores de la calle pavimentada de piedra grisácea medio gastada, con los aromas combinados que viajan en el aire en dirección al oriente entrando por la nariz de los espectadores satisfechos quienes se deleitan, el sonido invade entre las diversas voces que se escuchan charlar entre ellas por encima de las banquetas, alzar la voz para llamar la atención de quienes se encuentran rondando en busca de víveres, riendo en ocasiones o discutiendo en otras.
Los ojos carmín observan con atención los hogares prometedores y acogedores para tratarse de cunas medias o bajas, los vendedores ambulantes en carrozas tiradas por corceles llevando materiales como paja, alimentos en base de carne, frutas o verduras; algunos puestos de comida dónde ofrecían el alimento preparado, golosinas o repostería.
Contemplando el buen intercambio y el fluir continuo de los bienes. Bakugō cae en la pronta conclusión de que al pueblo en el que ahora mismo se encuentra no le hace falta nada, aunque en su arrogancia y la leve preocupación que fácilmente se puede confundir en envidia por pensar en los suyos, él continúa caminando a solas de una manera inconsciente buscando algo que lo detenga y distraiga aún más.

Acercándose a un taller de costura observa los colores primarios que decoran las paredes, los deslumbrantes trajes y vestidos que se encuentran en exhibición detrás de un enorme cristal. Allí recorriendo los iris rubí y arrugando la nariz por el extravagante mal gusto por vestir, observa sobre el reflejo del cristal su vestimenta a base de un pantalón gastado, una camisa arremangada con un pequeño escoge que llega por enmedio de su pecho, la prenda estaría un tanto arrugada y manchada pues el color oscuro no oculta el polvo de la tierra, sin mencionas sus botas sucias debido al lodo que aún continúa aferrándose a él.
Pero sin duda no cambiaría para nada su manera de vestir, su atractivo físico era lo suficiente para lucir cualquier prenda que pudiera probar y sin dudas estaba en lo correcto.

(¿Que alguien me diga si no es motivo para no creerle?, ¿De verdad un pueblo gobernado de esta manera es tan idiota para exigir a un rey?) — Bakugō se contempla aún en el reflejo, exhibiendo sus dientes para así lamer sus colmillos con la punta de su lengua. — Patrañas.

La reina es débil por dónde lo veas.

La voz de un varón interrumpe contra los pensamientos del rubio cenizo quien se mantiene callado una vez que vociferaron el comentario.

¿Puedes guardar silencio? — Su acompañante albino, realmente hastiado por los comentarios sin sentido de su amigo se encuentra siguiéndolo a sus espaldas y negando en repetirás ocasiones. — Alguien te va a escuchar Monoma.

¿Tu no tienes miedo? ¿No haz escuchado que una guerra se puede avecinar en cualquier momento? El rubio continúa vociferando a los cielos.

No nos incumbe. Realmente irritado lleva las yemas de sus dedos al dorso de su nariz y frunce el ceño.

¿Y como no? Con una reina tan vulnerable, dime tú... — Llamando la atención de miradas curiosas que escuchan las preguntas, al observar de quién se trataba continúan con su camino. — ¿Que sabrá ella sobre cómo defender a su tierra?

De acuerdo basta... Solo que nadie te escuché. Colocando su diestra sobre el hombro ajeno, el albino detiene la continúa charla sinsentido del rubio quien continúa con las palabrerías una tras otra.

Irritado y al ser un hombre de poca paciencia. Bakugō frunce el ceño girando hacia los varones que continúan caminando alejandose de aquel sitio dándole la espalda.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2022 ⏰

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Tu forma tan jodida de ser. {Bakugō x Lectora} (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora