Una buena compañía 🗝️
El aroma a madera vieja combinada con el humo de la carne asada viajan por el aire combinándose entre sí, el bullicio acompañado de las risas de hombres o mujeres en el lugar se alcanza a escuchar por fuera de la posada; dónde dos varones se encuentran sentados en una mesa de madera en una esquina del acogedor sitio observando a las meseras llendo y viniendo por todos lados con platillos o cervezas entre sus manos.
La joven peliverde de alta estatura se dirige a la mesa donde se encuentran los extranjeros con una mirada neutra, acompañada de una femenina de cabello castaño a la altura de los hombros, ojos avellana y esculturales atributos llamando la atención de cualquier hombre o mujer a su paso, posando la mirada con atención a los dos varones a quienes se aproxima.— Perdón por la espera, les presento a Camie una de las encargadas de aquí. — Ibara extiende la palma de su mano diestra frente a su acompañante con una ligera sonrisa en sus manos girando la mirada hacia ella.
— Espero que su estancia aquí sea de su agrado. — La joven inclina levemente la cabeza con una sonrisa de boca cerrada, una vez terminado su saludo coloca sus manos dentro de los bolsillos del delantal que trae puesto de manera rápida, saca una pequeña libreta con hojas levemente arrugadas y una llave de cobre con una etiqueta colgada de la misma acompañada de un número. Toma la pluma de ave que adorna su oreja izquierda para llevarla hacia su lengua levemente expuesta y remojar la punta con tinta con un poco de saliva. — Tomaré su orden. ¿Gustan algo en particular? —
— Un placer señorita Camie. Carne asada, con puré de papas y una cerveza para mí por favor. — El primero en hablar fue el pelirojo que posa su antebrazo derecho sobre la mesa mirando con atención a la dama que empieza a anotar, claramente el sonido de su estómago alcanza los oídos de los presentes en la mesa llegando a avergonzar un poco al chico el cual se cubre el abdomen con sus antebrazos rápidamente.
— Muy bien. ¿Y tú? — Camie mira con atención al varón rubio cenizo quien se mantiene erguido y con los brazos cruzados mirando a todos a su alrededor menos a las dos jóvenes frente a la mesa.
— Tsk, carne y una cerveza. — Chasquea la lengua con altanería frunciendo su entrecejo con molestia al tener la sensación de que la femenina lo continúa mirando, lo cual eso le incómoda aún más.
— Excelente. — Sonríe terminando de anotar dirigiéndose con cuidado a la mesa para colocar la llave que traía en su mano izquierda, quedando frente a Bakugō el cual mira la pieza por la comisura de sus ojos carmesí. — Su habitación es la número 16, tiene un cuarto de baño y dos camas para que puedan descansar. — Una vez colocándose nuevamente firme Camie observa a una hermosa ave sobre el hombro de Bakugō la cual señala con la pluma entre sus dedos preguntándose dentro de ella si también va a desear algo para él.
— Ouh... También le gusta la carne así que no hay tanto problema. — Kirishima al darse cuenta, de inmediato responde observando por encima del hombro de Bakugō y casi susurrando para no molestar a ningún de los dos. Cómo repuesta Camie solamente asiente.
— Gracias por tan excelente atención y servicio señorita Camie. — Ibara responde colocando sus manos juntas a la altura de su pecho y asentir con amabilidad hacia ella.
— Es mi trabajo Ibara, muchas gracias por contar conmigo para este favor. — Corresponde la sonrisa y el asentir, girando por ende sobre sus talones mientras se retira con algo de prisa en dirección a la cocina entre pequeños suspiros de cansancio dejando que sus pasos se escuchen un poco llamativos al arrastrarse por la madera del suelo.
— De acuerdo, entonces aquí me retiro yo. — En un pequeño suspiro Ibara coloca sus manos frente a su vientre observando a Kirishima el cual se levanta con caballerosidad hacia ella arrastrando su silla la cual impacta un poco contra la pared. — Espero el lugar sea de su agrado. —
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Tu forma tan jodida de ser. {Bakugō x Lectora} (+18)
FanfictionUna gobernante dotada de belleza e inteligencia posee un corazón frío y solitario, su mayor prioridad son los habitantes de su reino el cual está apartado de los demás. Con la llegada de la presión por matrimonio, deseos de codicia por su corona y d...