E de EXPERIMENTO

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ADVERTENCIA: El capítulo contiene leves escenas +18

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—¿Para que me buscabas cuatro ojos?

La voz ronca de Levi hizo eco en el pequeño cuarto que hacía de laboratorio.

—Sí; quería hablarte sobre mis últimas investigaciones.— contestó Hanji sin siquiera levantar la vista su escritorio —Ten, hice un poco de té.

La castaña dejó una pequeña taza humeante al extremo de su escritorio donde ya había una silla extra.

Levi se movió desde el marco de la puerta y la cerró para luego arrastrar los pies hasta el escritorio de Hanji.

—Sabes me eh preguntado todo este tiempo sobre la existencia de los titanes.— empezó Hanji

Levi la vio atentamente mientras empezaba a beber el té y al igual que siempre solamente la escuchó en silencio.

—... Es por eso que eh estado averiguando sobre algunos métodos para descubrir cómo es que se reproducen.

Hanji terminó su relato con mucha emoción ante la mirada de desinterés del otro.

—¿Y? ¿Cómo se supone que harás esa mierda?

—¡Afrodisíacos!

—¿Afrodisíacos?.— preguntó él con con confusión.

—¡Así es!.— contestó ella con gran emoción —Si descubrimos como es que ellos se reproducen podremos detener su taza de natalidad. Es por eso que recogí algunas hiervas esta mañana y extraje los componentes para aumentar el libido en los sujetos de prueba.

El azabache palideció ante aquella respuesta. ¿Acaso ella...

—¡Puse un poco en la comida de los caballo y al cabo de un rato ya querían montar una yegua!.— prosiguió

¿Hanji sería capaz de...?

—¡Y puse un poco en el té!.— declaró —¿Cómo te sientes?

Por supuesto que era capaz...

La cara de Levi se ensombrecio y rápidamente se puso de pie, dispuesto a irse pero entonces Hanji se le tiró encima.

—Oh no iras a ningun lado, enano.— le dijo entre risas —Eres mi sujeto de prueba número dos.

La voz de Hanji se escuchó cerca de su oreja lo que hizo que la piel del cuello se le erizara en el acto.

¿Acaso los afrodisíacos ya empezaban a hacer efecto?

—No te preocupes, yo también tomé un poco.— le dijo

Como pudo Levi se dio la vuelta ocasionando que Hanji quedará a horcajadas sobre él lo que lo hizo endurecer rápidamente.

—Vaya parece ser que ya empieza a hacer efecto...

La voz de Hanji era ronca. Con la tenue luz de la vela podía darse cuenta de que sus mejillas ahora estaban coloradas.

Levi hizo el intento de levantarse pero sólo consiguió rozar sus sexos aún más y recibió en compensación un pequeño gemido.

Aquello terminó nublando su mente y repitió de nuevo el proceso.

Hanji empezó a sacarle la chaqueta mientras movía sus caderas con lentitud. El azabache sabía que tenía irse de ese lugar pero su cuerpo simplemente no reaccionaba y de un momento a otro se encontraba casi desnudo y con el miembro afuera de sus pantalones.

La mano femenina empezó un vaivén de arriba abajo lo que le produjo un par de gruñidos involuntarios.

Levi se dejó hacer, admirando como la castaña tenía el control total.

Ella bajó sus pantalones para luego tomar su miembro eh introducirlo dentro. Un gemido ahogado salió de su garganta y sus ojos marrones se cristalizaron.

La estrechez que Levi sentía le daba una vaga idea de lo que sucedía: Era su primera vez. Era la primera vez de ambos.

Con cuidado tomó las caderas de Hanji eh hizo que ella empezará a subir y bajar con cuidado sobre su miembro. Lento, procurando no lastimarla.

A medida que ella se fue acostumbrando los movimientos se volvieron más constantes y pequeños gemidos se escuchaban, un deleite auditivo.

Levi la tomó con firmeza y terminó por acostarla. La camisa mal avotonada de Hanji desapareció dejándole ver dos pequeños montículos que con paciencia saboreó.

La mano de Hanji empezó a jalonear sus cabellos insistandolo a seguir y así lo hizo hasta que terminó por posicionarse entre sus piernas.

Admiró a la mujer que tenía frente a él, trató de memorizar cada parte de su cuerpo y el como la luz de la vela bañaba su piel canela.

La acercó a él y se introdujo en ella con lentitud.

El ritmo se mantuvo hasta que Hanji rogó por más y el azabache no la hizo esperar. El ritmo de las estocadas fue en aumento, entrando y saliendo de ella.

Los suspiros quedaban atrapados entre besos y sus lenguas seguían el compás de sus cuerpos dejando finos hilos de saliva a la hora de su separación.

Por primera vez el azabache amó escuchar su nombre y más aún cuando esté era gemido por la mujer bajo su cuerpo.

Las estocadas fueron en aumento hasta su culminación después de que Hanji lo atrapara entre sus piernas.

Seguramente se arrepentiria el día de mañana o quiza podría experimentar con ella una vez mas...

FIN

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¡Hola!

Por alguna razón había olvidado la letra E y me había saltado a la F y había escrito un buen  jajajs pero bueno caí en cuenta y escribí una historia diferente.

No soy muy buena narrando estos escenarios pero ando haciendo el intento.

No es mucho pero es trabajo honesto.jpg

El capítulo no está editado por lo que probablemente tenga algún error.

Nos leemos luego!

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