El profesor analizó la pantalla del computador mientras un nudo se formaba en su garganta, la sonrisa estúpida en la fotografía de Madeleine era exactamente la misma que se dibujó en su cara el día que firmó los papeles de divorcio.
A diferencia de Espresso, nunca se lamentó, mucho menos se disculpó por algo tan atroz a sabiendas de que dañó de forma permanente algo dentro del profesor que durante años temió salir, jamás daría el gusto a los demás de comentar acerca de sus elecciones o fracasos... Sobre todo un fracaso que debió alimentar las murmuraciones por varias semanas.
Su ex-esposo gozaba de la soltería, Espresso sabía (gracias a Latte) que cada noche se entregaba a desconocidos. Ser el paladín elegido se convirtió en algo del pasado, su vanidad escaló al punto de ser adorado como si se tratara de alguna clase de dios sexual.
El profesor apretó la taza de café caliente que sostenía entre sus manos, la oscura bebida le brindaba una imagen desdibujada de su cara casi como si estuviera reflejando la identidad destrozada que azotó contra el pavimento cuando la tinta en la pluma de Madeleine dibujó sobre el papel un final desgarrador. Un reflejo que Espresso despreciaba, opuesto a lo que alguna vez fue su elegancia y modales que lo distinguían.
Madeleine echó a perder todo, poco le importó arrojar a la basura el tiempo que Espresso llegó a brindarle, arruinó la reputación y renombre del gallardo mago que ya sólo existía revolcado en la inmundicia. Ahora este batallaba para abotonar los pantalones, su flequillo era una forma de cubrir barros o espinillas que se acumulaba por la decadencia higiénica, las rutinas madrugadoras con las que aplicaba un tratamiento pata el cuidado de su piel oscura ya sólo existía en algún lugar recóndito de las memorias maritales.
Encorvó la espalda como si alguna clase de criatura lo poseyera, sus dedos se deslizaron a lo largo del teclado con el odio apoderándose de su cerebro.
"Si en realidad vienes a buscar el amor debo advertir sobre adefecios buenos para nada como este rubio ejemplar. ¿Alma gemela? Probablemente seas la suya en caso de que tu personalidad se defina por ser nauseabunda.
Advierto ser precavido y evitar experiencias funestas ya que es lo único que este ruin individuo tiene para ofrecer.
Imbécil, carente de hombría que vive alardeando sobre noches vacías en las que sus instintos de cavernícola suelen dominarlo, no es más que un perro que mueve la cola ante la indecencia, que se retuerce en la perversidad como el asqueroso gusano que es.
Ojala arda en el maldito infierno, si lo ven en la calle escúpanle en su maldita cara estúpida.Púdrete, Madeleine Cookie"
Oprimió el enter con el pecho bombeando, tocó cerca de su cuello para recuperar la cordura. ¿Desde cuando tenía guardado tal odio?
Madeleine Cookie ha respondido:
"¿Qué mierda sucede contigo? "Espresso Cookie:
"Nada, me he fijado el objetivo de ser una mejor galleta, un buen samaritano por lo que me pareció de lo más correcto advertir a los demás sobre tu mierda interior."Madeleine Cookie:
"¿Buen samaritano? Te la has pasado insultando a medio reino."Espresso Cookie:
"Prefiero denominarlo como críticas constructivas."Madeleine Cookie:
¿En qué diablos va a ayudar que me llames gusano asqueroso?Espresso Cookie:
"Mi error, suelo olvidar que nunca podré ver el mundo desde la perspectiva de un promiscuo."
ESTÁS LEYENDO
Efectos Secundarios | Madeleine x Espresso
Fanfic"Si una app de citas vas a usar, las consecuencias debes afrontar" Fanfic pwp que se me ocurrió, son puras webadas pa descansar de tanta seriedad jajsjsa