Fáciles de fragmentar

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Anita caminaba por los pasillos todo estaba impecable los chicos en sus clases y ella disfrutando el momento.

Llegó hasta el estante donde se exhibian los uniformes esos que le habian otorgado el lugar de directora.

—Sebastian— Anita trato de detener a Sebastián pero el solo la ignoro.

Ella se sentía entre la pared por un lado extrañaba a Sebastián y las noches juntos pero por otro lado amaba tener la posición que tenía.

—Directora— la voz de su ahora asistente la regreso a la tierra.

—Dime?— Anita la miró con superioridad

—Las elecciones para la presidenta están cerca ya pensó en el evento que organizará en su honor ya que ingresa grandes sumas a esta escuela porque su hijo está aquí— la chica tan joven e inexperta miraba a su ahora jefa.

Haremos una presentación de canto está vez será de manera individual pero solo a los mejores los demás seguirán en bandas, también abriremos y cerraremos el show con el señor Langarica— Anita en su mente tenía todo perfectamente planeado.

—Esta bien iré dando el aviso a los maestros para que ellos preparen a los chicos— la mujer se retiró

Anita se alejó por el pasillo necesitaba hablar con Sebastián.

Sebastián se metió a la ducha necesitaba pensar, necesitaba a MJ y sobre todo escuchar su dulce voz.

Pero no quería cagarla tenía que ser paciente y no arruinarlo como con Jana debía esperar pacientemente para recuperar lo que había perdido o por lo menos disculparse y que no pensara que era una mentira.

Se tallo el rostro frustrado.

Anita entro en la habitación y se sentó pacientemente en la cama de Sebastián.

Emilia observó a Andi ella estaba en el salón de música tocando su batería con fuerza, con precisión, el sudor en la frente y los gestos que tenía le hacían entender que se estaba desahogando.

Andi merecía explicaciones y también merecía una disculpa.

Emilia sonrío realmente la chica era buena en lo que hacía pero era suficiente del espionaje se alejó feliz de alimentos verla unos segundos a la distancia.

—Ya te marchas?— la voz de Andi la asustó.

—De verdad no quiero molestarte...— sus labios fueron silenciados.

Ambas comenzaron a besarse lentamente mientras sus respiraciones eran normales y poco a poco fueron aumentando la intensidad de sus besos.

Emilia cómo pudo cerró la puerta del salón sin dejar de besar a Andi quien al arrinconó contra la misma mientras descendia por el cuerpo de Emilia aún con ropa puesta.

Andi agradeció que la chica llevará falda ese día pues termino por deslizarse y le levantó la falda mientras la veía a los ojos.

Emilia gimió extaciada rogando para que eso no fuera un sueño, sintió como Andi le apretó el muslo izquierdo mientras le levantaba la pierna derecha y se la colocaba en el hombro para poder introducirse dentro de ella con su lengua.

Andi cerro los ojos dejándose guiar solo por el tacto, escuchar los gemidos de Emilia era lo que necesitaba, era lo que quería.

Emilia se aferraba a la puerta sintiendo que en cualquier momento sus piernas le iban dejar de responder.

Sebastián salió de ducha con su pijama puesta.

—por fin, creí que te tardarías una eternidad— Anita se le acercó seductora.

Sebastián la alejó molesto.

—Me vas a decir que es lo que te pasa?— Anita se cruzó de brazos molesta.

—Quiero que te largues— Sebastián la miró molesto

—Eres un estúpido Sebastián— se quejó la mujer y salió de la habitación furiosa.

Sebastián azoto la puerta con fuerza, estaba frustrado y lo único que quería era descansar.

Jana estaba distraída ella solo quería que todos estuvieran bien y tenía que admitir que se sentía mal por Sebastián.

—Debemos hacer algo — Jana miro a Dixon quien le acariciaba el cabello mientras ella estaba acostada con su cabeza sobre sus rodillas.

—Dejemos que lo resuelvan solos amor, ellos necesitan su tiempo y espacio, además escuché por los pasillos que harán un evento grande y que consistirá en solos y otros entre bandas— Dixon le dio un beso en la frente para después volver a su tarea de acariciarle el cabello

—Espera dijiste solos?— Jana hablo interesada era su momento de demostrar que su voz valía la pena.

Dixon sonrio Jana si que era preciosa.

—No puedo creer que estés aquí — Luka observó a Alexander.

—Solo vine por negocios de mi padre pero es bueno verte en tu entorno, aunque me habías dicho que este lugar era divertido— Alexander veía a los zombies de alumnos

—Es culpa de la nueva administración — se quejó Luka

—ya algo me habías comentado en la gala— Alexander se acomodó mejor en el sillón.

—Si odio que despidieran a Celina, ella era lo único bueno de este lugar — Luka estaba triste Celina era la mejor amiga de su tía y no podía evitar sentirse mal por ella.

—Animo— Alexander le acarició la mejilla

—Que haces aquí?!— Esteban apareció de la nada.

—Hola Esteban, mucho gusto yo estoy bien por si te lo preguntabas— Alexander hablo sarcástico y con una sonrisa retadora

—Esteban no empieces— Luka le tomo la mano cosa que no pasó desapercibida por Alexander

—Lo siento — Esteban se calmó —ire a buscar a Dixon— Esteban los dejo solos muy a su pesar

—vaya lograste calmar a tu doberman — Alexander río divertido

—No lo molestes, estamos teniendo un progreso — Luka se cruzó de brazos

—ya te pidió disculpas eso sí sería un gran progreso — Alexander se levantó de su asiento y se acomodó el saco

—ya te vas?— Luka se levantó también

—Te lo dije Luka, estoy aquí por negocios — Alexander sonrio para después darle un beso en la mejilla
—Nos vemos— Alexander se alejó.

Emilia y Andi permanecían abrazadas.

—Andi— Emilia quería hablar pero aún sentía miedo

—Ya habrá tiempo para tus explicaciones Emilia solo permanezcamos así por hoy— Andi se acurrucó en ella.

Emilia suspiro aliviada mientras la abrazaba con fuerza.

Aún sentadas en el piso sus sentimientos parecían fáciles de fragmentar.

Rebelde siguiente generaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora