◍৻A una puerta del cielo৲◍ [Spartor]

~["Accidente"]~

De camino a casa, Sparta comenzó a sentirse mal emocionalmente, lo de su padre recién empezaba a afectarle, estaba molesto, se sentía utilizado y engañado, todo por una tontería de adolescentes

Al llegar a casa, pensaba en subir a su habitación y ponerse a llorar por un rato, para desahogarse, pero sus amigos tenían otros planes:

En la puerta de su casa estaba Mike, quién lo saludó y le dijo que fuera al parque que quedaba a unas cuadras

Estaba anocheciendo, ya casi no se veía el sol, ¿Porque Mike querría que vaya al parque?

Sparta lo observó extrañado y le hizo caso, de todas formas, llorar no era una tan buena opción

Al llegar al parque, vió algo muy lindo, estaba lleno de velas de colores cálidos, las flores parecían haberse alineado de una forma especial, habían luciérnagas que parecían pequeñas estrellas que habían caído y ahora flotaban al rededor de los árboles

– Es lindo, cierto? – Comentó Raptor, quién había entrado al parque unos segundos después que Sparta

– Sí... Está muy lindo... Pero- porque? No estaba así ayer, cierto? – Preguntó el castaño con mucha curiosidad

– Ah... Eso- bueno la verdad es que hubo una pequeña ceremonia en la tarde, pero me gustaría aprovechar la ocasión para... Para decirte algo importante <3 – Comentaba Raptor, con cierta cantidad de nervios

– Mmh? Que cosa? – Preguntó Sparta, algo sorprendido y nervioso, ¿Se le iba a declarar? Aunque eso le parecía un poco improbable

– Bueno, sabes que no soy muy bueno con las palabras... Así que... Solo lo haré. – Sentenció el pelirrojo, para luego tomar de la cintura a su menor y darle un tierno beso en sus dulces labios

El castaño, sorprendido y emocionado, correspondió ese beso, le gustó, le encantó, por fin estaba besando a ese chico, al que siempre amó

Durante ese beso, ninguno quería parar, se sentía igual de bien para ambos; el menor se sentía protegido, amado, pero sobretodo, se sentía seguro

El mayor, por otro lado, sintió que ahora más que nunca, Sparta era su niño, al que debía protejer, cuidar, amar y sobretodo respetar

El amor de ambos era simplemente indiscutible

Su labios, después de unos fugaces segundos, se separaron, pero sus miradas se juntaron, ambas detonaban amor, demasiado amor... Tanto, que no podía durar por mucho, así funcionan éstas historias ¿cierto?

– No sabes cuánto tiempo esperé por ese beso, Raptor, eres un inútil, cómo no te diste cuenta antes?! – Reclamó el menor observando fijamente a los profundos ojos del pelirrojo

– Perdón, no pensé que tú serías... Ya sabes, no pensé que yo te llegaría a gustar... – Raptor seguía nervioso

– Te noto nervioso... Te puedo quitar los nervios con otro beso..? – Preguntó emocionado el castaño

El pelirrojo aceptó... Pero mientras se acercaba al menor, ahí lo vió, acercándose a él, al hombre que había arruinado su vida años atrás, todas sus traumas de la infancia, sin excepción alguna, volvían a él en tan solo unos segundos

Tuvo miedo, mucho miedo, no sabía que hacer, quería estar con Sparta, pero lamentablemente en ese momento, su miedo pudo más que sus ganas de una vida con su alma gemela

Justo antes de que sus labios se tocaran nuevamente, Raptor, con miedo y con todo el dolor de su corazón, empujó fuertemente a Sparta, haciéndolo caer al suelo