◍৻A una puerta del cielo৲◍ [Spartor]

~[Afrontar la verdad]~

Sparta se encontraba nuevamente atrapado en ese sueño, ese pasillo oscuro que lo atormentaba

Estaba parado en medio de la nada, frente a la puerta, que se veía lejana y a la vez cercana, no podía comprenderlo

Tal como lo esperaba, no podía moverse, no controlaba ni la punta de sus dedos

– "Aquí vamos de nuevo" – Pensó, dándose cuenta por primera vez que estaba soñando

Su cuerpo volteó y entonces vió a su novio, parado delante de él, observándolo con la mirada llena de amor y ternura

De repente el castaño empezó a sentir unas inexplicables ganas de llorar, tenía en su pecho un dolor qué simplemente no tenía sentido alguno

Sus ojos se llenaron completamente de lágrimas cuando Raptor lo abrazó, no pudo explicar porque en ese momento, pero su dolor solo aumentó

Cuando el pelirrojo quiso soltarlo, por alguna razón el menor se resistió, y de su boca salieron palabras que ni él sabía que diría

– Por favor no te vayas, no quiero que me dejes! – Se escuchó decir, sin saber porque lo decía

Tan pronto lo dijo, se dió cuenta que no era él quién controlaba su propio cuerpo o sus sentimientos

Comenzó a llorar a mares, se veía y no lo comprendía, no podía entenderlo, no sabía porqué lloraba o porque se sentía así de mal

El nudo en su garganta se hizo tan grande que casi no podía respirar

En eso, abrió los ojos, asustado y con los ojos llenos de lágrimas

Raptor estaba a su lado, mirándolo fijamente con ojos llenos de preocupación

– Estás bien?? De repente tomaste muy fuerte mi mano y comenzaste a llorar y suplicar que no te deje... – Comentó el pelirrojo mientras acariciaba las mejillas de su niño, a forma de secar sus lágrimas

– S-solo fue una pesadilla... – Respondió Sparta, con el cuerpo tembloroso y aún con ese nudo en su garganta

Raptor tomó suavemente las manos de Sparta para tranquilizarlo

– Aquí estoy mi amor... – Susurró el mayor tomando con una sola mano ambas manos de Sparta, para llevarlas hacia el pecho del castaño

Sparta sintió su corazón latir tan fuerte que parecía que le daría un infarto

Aún intentando recuperar el aire, Sparta se acurrucó en los brazos de Raptor

El mayor, acomodó a su niño en su regazo, como si fuese un niño pequeño para empezar a arrullarlo hasta calmarlo

– No es necesario que hagas esto. Estoy bien... – Comentó Sparta con tono desanimado

– Pero quiero hacerlo... Además no te ves muy bien... – Respondió el pelirrojo, lleno de amor

– En serio estoy bien, fue solo un sueño... – Pronunció el castaño, aún con la voz algo quebrada, pero disfrutando de estar en brazos de su mayor

Raptor, por su parte no hizo caso a las palabras orgullosas de su niño, continuó con sus acciones hasta hacerlo caer nuevamente en un profundo sueño

Aproximadamente dos horas más tarde el castaño despertó con el olor a desayuno listo

Rápidamente (o al menos lo más rápido que pudo), se colocó su ropa interior y una polera celeste que le quedaba larga

Bajó las escaleras a paso lento y con algo de dificultad y fue recibido por su alma gemela con un delicioso desayuno y un beso y un abrazo de buenos días