Capitulo 6: Quien solías ser.

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ADVERTENCIA: Antes de leer éste episodio tienes que leer el primer capítulo de la historia ya publicada. "MULTIVERSE" donde se cuenta la historia real de la Natasha del Hex.

— ...¿Talia?

Natasha intentó acercarse a Wanda pero fué detenida por Mónica.

— Si, Wanda. Soy yo, soy Talia. — Natasha rogó con sus ojos cristalizados esperando la reacción de su esposa.

— No, no, no. No eres real, esto no es real. — Wanda negó varias veces con su cabeza. Limpiando sus lágrimas con furia señaló al jefe. — ¿Cómo te atreves a hacerme esto? Ella no es real.

— Tienes razón, no lo es. — el Jefe respondió.

— ¡¿Qué?! — Natasha gritó intentando alejarse de Mónica. — ¡Wanda, no lo escuches a él. Escúchame a mí!

— Ellos solo están tratando de herirme. ¿Quién eres? — le exigió a Natasha.  — ¡¿Por qué usas el rostro de mi esposa?!

— ¡Porque soy yo! — Natasha insistió con desesperación.

— No, ninguno de ustedes es bueno. En éste lugar, ya tengo lo que quiero y ninguno de ustedes podrá arrebatarlo de mí otra vez. — Wanda formó una bola de energía en su mano y giró sobre sus talones enviando su magia a todos ellos entrando en sus mentes haciendo que apuntasen al jefe y a la "falsa" Natasha.

Wanda caminó hacia el Hex nuevamente, abriendo la barrera y atravesandola. Dejando a Natasha destrozada, sin ideas ni iniciativas.

Mónica soltó a Natasha haciéndola caer en el suelo.

Intentaron acercarse a ella para ayudarla pero con furia y dolor gritó con todas sus fuerzas dejando salir todo lo que llevaba por dentro. Golpeó el suelo debajo de ella y sollozó.

Yelena llegó hasta ella tomándola por los hombros ayudándole a levantarse. Con todo su esfuerzo se levantó ahogada en sus propias lágrimas. Yelena las limpió sintiéndose mal por ver a su hermana de una forma en la que jamás la había visto y mantuvo sus manos en cada lado de su rostro mirándola con ternura y empatía.

— Todavía tenemos un último plan. — Yelena le susurró. — Podemos con esto.

Natasha asintió cómo pudo y Yelena atrajo su cuerpo hasta el de ella rodeándolo en un abrazo.

— No es hora de rendirse, sestra. — Yelena murmuró en su oído abrazándola con fuerza.

— No es hora de rendirse. — Natasha repitió.

Wanda ahora buscaba a chispitas dentro del Hex junto a sus hijos de 10 años.

— ¡Chispitas! — Tommy gritó.

— ¡Chispitas! — Billy se le unió.

Agnes apareció de entre los arbustos con un bulto en sus brazos acercándose hacia ellos con una expresión compasiva en su rostro.

— No... No auería ir a verlos hasta envolverlo bien... — dijo Agnes con chispitas muerto.

— ¿Qué le pasó? — Wanda se acercó hacia ella con tristeza.

— Lo encontré en mis arbustos de vallas, creo que se comió varias hojas pero cuando lo hallé ya era tarde... Lo siento.

Wanda lo miró con los ojos llorosos. Cuando miró a sus hijos ambos estaban notablemente afectados.

— No, no se vuelvan mayores. — Wanda se acercó a ellos y los tomo a cada uno de un hombro. — El sentimiento de escapar de su dolor es muy peligroso. Créanme, yo lo sé.

Todo por ti.| WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora