Todo por ti.| Wandanat

Capitulo 9: El inicio del fin. Parte 1.

— ¿De qué hablas? ¿Dónde están los niños? — Natasha llegó a su lado inmediatamente.

— Estaban con Agnes pero ya deberían estar aquí. — Wanda explicó brevemente.

— Pues, no debes preocuparte. ¿Cierto? Es decir, todos aquí actúan según les ordenas.

— Sí, pero... siento que algo está mal.

— Está bien, entonces vamos por ellos y luego lo resolveremos para salir de aquí. ¿Está bien?

Wanda asintió.

Natasha tomó su mano y caminaron hacia la casa de Agnes. Desde afuera, notaron la diferencia de entre todas las otras casas. Ésta era ma oscura, más tenebrosa y llena de malas energías.

— ¿Confías en ésta mujer? — Natasha murmuró cerca de ella.

— No confío en nadie de aquí.

— ¿Qué hay de esa Natasha?

Wanda la miró durante unos segundos.

— ¿Estás celosa?

Natasha bufó.

— ¿Por qué estaría celosa de esa cosa?

Wanda sonrió de lado contemplandola.

— Respondiendo a tu pregunta. No, tampoco confío ella, ha estado actuando raro desde el principio, siento que no tengo control sobre nada de lo que hace y todo el tiempo está descubriendo cosas y...

— Maltratandote. — Natasha finalizó por ella. — Lo sé, lo ví.

— Me obsesioné con creer que eras tú. — Wanda confesó apenada. — Ni siquiera sé cómo está aquí, ni qué es. No sé de dónde vienen todas éstas cosas o cómo lo provoqué.

— Sabes... Algún día una de las dos tendrá que morir de nuevo. — Natasha comenzó a hablar y sintió a Wanda tensarse a su lado. — No hoy, ni mañana, posiblemente ni siquiera en la siguiente década. Pero moriremos juntas, de viejitas cuando ni siquiera recordemos nuestros nombres, sin importar qué. Es algo que ya no podemos evitar, lo único seguro que tenemos seguro desde que nacemos es la muerte y ambas tendremos que aceptarlo en algún momento. No podemos seguir perdiendo la cordura cada vez que la otra está en peligro.

— ¿Qué pasa si muero otra vez? ¿Crees que sería fácil para tí? No puedo soportar tu muerte, no pude hacerlo. ¡Mira todo esto! — Wanda señaló a su alrededor. — ¡Dime lo qué es porque ni siquiera yo lo entiendo!

Natasha colocó ambas manos alrededor de su rostro y la miró con una sonrisa melancólica en su rostro.

— No, no sería fácil para mí. Dios sabe que no lo fué durante esos 7 años porque amarte duele, Wanda. — Su voz tembló. — Nuestro amor duele porque es real pero yo no querría que te rindieras y sé que tú tampoco lo querrías para mí... Verte desaparecer en ese campo de batalla mientras tus cenizas se esparcian por mi cuerpo fué... La muerte misma, una parte de mi murió contigo ese día. Jamás había sentido algo así, fué como sí...

— Como si te faltara una mitad. — Wanda completó. — Lo sé, lo sentí cuando regresé y no estuviste. Eso casi me mata, todos tenían a sus almas gemelas excepto yo... Supongo que no supe aceptar que todos estaban siguiendo adelante pero yo no podía.

— Está bien, estoy aquí. Y no me voy a ir a ningún lado, te lo prometo. — Natasha le aseguró y estaba dispuesta a no romper esa promesa.

Wanda dudó durante unos segundos pero finalmente colocó su mano con delicadeza en la cabeza de Natasha y se inclinó para plantarle un beso mientras destellos de la magia de Wanda entraban en la cabeza de Natasha.