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Consideración o representación de una persona o cosa como un modelo de perfección ideal que no se corresponde con la realidad.
Las lluvias ligeras que apenas y mojan son agradables porque te dejan caminar con ellas encima sin que estás te empapen totalmente la ropa. Yo jugaba debajo de ellas mientras caminábamos por las tardes, con pasos vacilantes y risueños, mientras tú te cubrías con un paraguas grueso y oscuro. El porte serio de un ser responsable y maduro no daba espacio para un Takashi tranquilo e infantil, lo entendía, tuviste que crecer antes sin pedirlo.
Pasaba mis últimos días junto a ti, antes de que te mudarás al centro de la ciudad. Habías postulado para varias opciones en la universidad, dudaste demasiado en tus resultados pero no parecías preocupado. Yo solo aprovechaba cada minuto, en unas horas me dirías que tan lejos te ibas a ir. No quería amargarme o sentirme triste al respecto, porque ya éramos una pareja, quizá en secreto pero era suficiente, podía vivir con eso, porque eso mismo me hacía feliz.
- Te veo en calma, ¿no te pone mal que me vaya, Kai? - la respuesta era simple.
- ¿Quieres que haga un escándalo y llore? Porque bien podría colgarme de ti y decirte "no te vayas, Taka-chan, llévame contigo" -
- Esperaba algo como eso, pero hasta parece que mi partida te pone contento - tu entrecejo se fruncía cuando no reaccionaba como querías.
- Malinterpretas todo. Si me siento algo triste de ya no verte todos los días pero me hace feliz saber que cumplirás tu sueño, además de que te concentraras en ti. Te quiero, Taka-chan y tus metas son importantes para mí -
Dije la verdad en eso parcialmente, quería verte triunfar, no merecías menos que eso después de años de entrega. Vivirias apartado de todos, independiente por un trabajo que lograste conseguir. Serías el orgullo de tu madre, las niñas dejarían de estar a tu cargo, todo mejoró para todos, no éramos los únicos que disfrutaban ya de una vida normal. La disolución de la Toman se dió cuando Mikey vio a Baji, estudiando arduamente para pasar sus cursos e ingresar a la carrera que deseaba, se dió cuenta que ser pandilleros no nos dejaría tener esos sueños, que con cada año era más peligroso avanzar en ese camino, ya no serían juegos de niños, había más de por medio, y perderíamos la oportunidad de ser algo más.
- ¡Lo logré! ¡Estoy dentro! ¡Iré a Tokyo! - la emoción que desprendias era demasiada y yo estaba pensando en mil maneras de ir hasta ti cada fin de semana.
- ¡Felicidades, Taka-chan! ¡Yo sabía que quedarías! - Nos abrazamos por un largo momento, éramos felices.
