Epilogo.

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La única persona que había sido dejada entrar por la chica era obviamente el presidente. Todos los demás esperaban fuera de la sala.

Aquella sala no era nada mas ni menos que la sala donde Yosano practicaba sus "torturas", el consultorio.

— Dazai-san, ¿Cree que lo lograrán? — Preguntó Atsushi. Estaba preocupado al igual que todos.

—Si no lo logran será un verdadero desastre, ¿Verdad? — No era un si o un no, era solo una pregunta que tampoco podía responderse. — Bueno, volveré a intentar colgarme de esa viga.

—¡Dazai-san! ¿No puede tomarse esto en serio? — Fue Tanizaki quien le gritó aquellas palabras.

Nadie se espero que fuera el quien reprimiera a Dazai, pues siempre era Kunikida quien interrumpía sus pensamientos de suicidio.

— Tanizaki, lo estoy tomando muy enserio. Tal vez olvidas que tengo una buena deducción, pero no puedo compararla con la de Ranpo. Lo único que me queda es esperar a que pase la que deba pasar. No puedo tener expectativas en nada~ — Y así como sus palabras se arrastraron, igual lo hizo el al caminar y salir de la agencia.

Dazai había sido parte del plan, y claro que había sido raro que no intentará suicidarse en medio de la planeación, así que nadie decía nada.

Dazai había sido parte del plan, y claro que había sido raro que no intentará suicidarse en medio de la planeación, así que nadie decía nada

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Dentro del consultorio, todo era un caos.

— Sigue llamándolo.

Tal como lo decía la chica, el presidente siguió llamando a Ranpo. Una acción que repitió durante mucho tiempo, sin embargo la conexión verbal que completaba el primer paso era interrumpida por el hecho de que Ranpo había empezado a hablar cosas que no podía conectar.

El chico a veces soltaba palabras al azar, y otras veces dejaba frases a medias. Si supiera un poco de lo que se refería, tal vez podría entablar una conversación más fácil.

— tch. — La chica chisto la lengua al ver que no había resultado, y sabía bien porque.

Se había mantenido alejada, pero ahora se estaba acercando hacia donde ambos se encontraban.

— ¿Miras esto? — Apunto hacia el rostro del detective, el cual mostraba como si tratará de ver algo con los ojos cerrados. — Estas dudando.

¿Dudando? ¿Por que debería dudar? Era la vida de la persona que crío, ¿Cómo podría dudar el querer salvarlo?
Como si le hubieran leído la mente, ella respondio:

— No estás dudando el querer salvarlo, estás dudando el que esto vaya a funcionar. Si no te apresuras entrará en la etapa "reversa" y ahí se irá tu anhelada oportunidad. ¡Sigue llamándolo! ¡Va a funcionar!

Apesar de que aquella joven no había querido cooperar en un inicio, podía mostrarse que realmente esperaba ayudar. Su lealtad había sido comprada, sin embargo era dolorosamente obvio que era más que obligada y no comprada.

Donde Todo Comenzó. [BSD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora