Dos✓

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Había pasado al menos una semana desde que empezaron a convivir con el joven Edogawa.

Todos querían que eso acabará pronto.

Para mala suerte, Kunikida y Atsushi no lograban encontrar información acerca de nadie con cierta habilidad y eso los preocupaba.

Habían estado buscando incluso en sus descansos que todos los demás también empezaron a preocuparse por ellos.

Pero volviendo a Ranpo, este ya parecía acostumbrarse a todo.

Había tenido que rebuscar entre cajas y cajas cuando llegó a casa para ver si podía encontrar ropa de su medida, ropa que Fukuzawa confirmo que probablemente todavía estaría guardada en vista de que Ranpo no se hacía por tirarla. Al final terminó encontrando una camisa blanca de manga larga acompañada de una corbata y unos pantalones negros. No estaba mal, pero ya después buscaría algo más.

Cada día entraba a la agencia irradiando un aura de 'Buenos días a todos. Dios me a permitido vivir un día más y estoy por hacerlo el problema de todos.' Si, como el meme.

Si bien Fukuzawa había tenido una charla con él, eso no evitaba que este quisiera expresar su juventud mientras el mayor no estaba a la vista.

Estaba claro que aunque Ranpo no lo recordara todavía le tenía respeto al ser el presidente, y además sabía que por alguna razón nadie lo iba a delatar.

Ahí estaba el, sentado en el ya de más mencionado escritorio frente al ventanal. Amaba el lugar donde estaba colocado sin duda.

Hubo dos suaves golpes en la puerta. Se abrió dejando ver entrar a un mapache primero y luego a su dueño.

Oh si, habían olvidado algo.

—Disculpen, está Ranpo-Kun por aquí?

—Soy yo! —Dijo alargando la última letra.

—Ranpo...?

—No preguntes. —Anunciaron todos.

Eso tomó desprevenido al escritor y al mapache, quien dio un chillido.

—¿Tu también trabajas aquí? No lo pareces.

—Yo no trabajo aquí...

Poe se acercó un poco al escritorio donde Ranpo se sentaba y Tanizaki le ofreció una silla, la cual él acepto gustoso.

—Ya lo sabía, estaba bromeando.

—¿Eh?

—Traes un libro. Quiero verlo.

—¿P-puedo preguntar antes que te paso?

—No puedes. ¡Las explicaciones son tan aburridas!

—No lo son.

—Si lo son.

—No lo son.

—Que si.

—Que no.

—¡Que si!

—No.

—Losmentirososdicenno.

—No- ¿Que?

—¡Lo sabía!

Ranpo empezó a reír histéricalmente porque el otro había caído en su broma. Lo había intentado con al menos 3 miembros de la agencia y todos habían caído en ello. Le era bastante divertido.

 Le era bastante divertido

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