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Al mediodía, Jungkook se sentó a la mesa, con tres pares de ojos mirándolo fijamente. Jungkook oró para la diosa Luna y se sirvió una pata de pollo. Ni siquiera pudo morder, porque las miradas perforaban su cráneo.

-¿Qué?

-¡El omega Jimin te perfumó! Huelo el jazmín. -su hermana Haeun chilló primero. Fue la que abrió las compuertas para que sus padres también lo hicieran.

-¿¡Es por eso que estabas tan nervioso el otro día!? Jungkook, enterarnos de esa manera... vaya. Fue un poco impactante. -su mamá lo señaló con otra pata de pollo.

-¿Cómo lo salvaste? ¿Se conocían? -su padre beta fue el más tranquilo, como siempre. Le sirvió agua a su hijo y palmeó su hombro, como una señal para calmarlo.

-No. No es nada de lo que están pensando. No nos conocíamos. Bueno, yo sabía de él, pero él no de mí. -Jungkook resopló cuando su familia siguió viéndolo con esas caras relucientes y ojos astutos-. ¡No nos vimos nunca, lo juro!

-Jungkook, esa confianza que vimos en el escenario ni siquiera la tuvimos tu padre y yo en la tercera cita. -se jactó Eunyeong, masticando el pollo groseramente.

-Él sólo quería... quería asegurarse de que eran mis feromonas. Me cubrían las de Seokjin en ese momento.

-Mmm. Bueno. Esto lo explica un poco. -su padre se limpió los dedos con una servilleta-. Eunyeong, ¿y los modales? -su madre bufó ante la mirada crítica de su compañero-. Jungkook, no importan las circunstancias de cómo sucedió. Quizás el destino lo quiso así. Lo importante ahora es, ¿qué harás?

¿Qué harás?

Jungkook masticó su pata de pollo de mala gana.

-No lo sé. -susurró. La angustia tiñió el jazmín que lo rodeaba como un halo.

Su padre le acarició la mejilla con delicadeza.

-Piénsalo bien. No te preocupes por nosotros. Sé que esa cabecita tuya está girando mucho los engranajes. Lo importante es lo que sientas. Los instintos de tu lobo no te fallarán.

-Pero, ¿cómo... cómo haré para estar a la par de un Park? Soy un Jeon. Y sé que no es malo, pero es la gente la que no lo entiende. -agregó luego de ver la mirada cruda de su madre.

-Mira, hijo. Si Park te ofreció su mano, entonces tu apellido no le interesa. Después de todo, si decides aceptar, será la opinión de esa única persona la que importará.

Jungkook tragó saliva y asintió. Sus padres dejaron el tema por ahora, dedicándose a comer. Fue el comentario de Haeun el que le sacó una sonrisa.

-Si te dicen algo, el omega Jimin puede patearles el trasero. -Haeun le sonrió, pero después sus ojos se ampliaron y su expresión pasó al terror-. Pero intenta no enojarlo tú.

°•°•°•°

-Lo tenías bien escondido, ¿eh? -alguien le rodeó el cuello por detrás con el brazo. Jungkook se puso rígido contra el toque, fingiendo estar muy ocupado con su bolsa de caza-. Cuéntanos. -el hombre apretó su hombro cuando Jeon lo ignoró.

-Eh, Jeon, deja de hacerte el misterioso. -otro hombre apareció en la periferia, sacándose su camisa, listo para ir de caza.

-No sé de qué están hablando. -contestó para no enojarlos, pero siguió tirando del nudo de su bolsa como si fueran los lazos más complicados de deshacer en el mundo.

-Muchacho, hemos cazado juntos varios días. Ya hay confianza. Tu secreto se mantendrá con nosotros.

Jungkook quiso decirle que estaba equivocado, ni siquiera sabía el nombre de los dos. Incluso a veces olvidaba sus caras. En cambio, dijo:

Campo De Jazmines {Kookmin/omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora